Luciano Macías, exdefensa y excapitán del Barcelona, recuerda que el cuerpo técnico y la plantilla de Estudiantes de La Plata, la noche del 29 de abril 1971, estaban tan confiados en ganar que minutos antes del partido los jugadores titulares realizaron un encuentro de fútbol en un sector cercano al estadio.   

“Mientras nos estábamos equipando, ellos comenzaron a jugar en una cancha alterna. Yo vi eso y pensé: ¿cómo es posible que jueguen antes del partido?, o sea que nos están menospreciando o estaban demasiados confiados”, rememora Macías, hoy con 79 años.

Esta situación, en vez de bajar el ánimo de los ‘toreros’, sirvió como motivación extra para realizar uno de los partidos más memorables en la historia del fútbol ecuatoriano: la ‘Hazaña de La Plata’.   

Estudiantes, 3 veces campeón de la Libertadores, nunca había perdido como local; los ‘toreros’, que la noche del 29 de abril de 1971 ganaron 1-0 con gol de Juan Manuel Bazurko, eran considerados por la prensa argentina como un equipo de tercera categoría.  

Según el sitio web ‘Laboratorio Pincharrata’, ese día se derrumbó un mito del fútbol argentino. “Estudiantes cayó por primera vez en lo que se consideraba un baluarte inconquistable, la cancha de 57 y 1. Esa noche olvidable para nuestro equipo pasó a ser histórica e imborrable en Ecuador”.

Otto Vieira fue el encargado de dirigir a Barcelona ese memorable día. Macías destaca una maniobra táctica que el brasileño determinó para ese encuentro. “El profesor decidió que el arquero sea Phoyú (Jorge). Él de pronto estudió el partido y lo saca a Alayón (Luis) que venía siendo el portero titular”.    

La inclusión de Phoyú (1,90 m) permitió a Barcelona neutralizar los centros de los argentinos, que se caracterizaban por tener un buen juego aéreo. “Las pelotas que venían al área, el arquero con los brazos arriba las cogía, parecía que estaba cogiendo naranjas”, relata Macías.

Washington el ‘Chanfle’ Muñoz, otro de los jugadores que participó del histórico encuentro, destaca el orden, la fuerza y la solidaridad que tuvo ese equipo. “Barcelona tenía grandes jugadores que nos dieron confianza. Alberto (Spencer) nos decía que teníamos que jugar como cualquier partido, que si nos quieren ganar lo hagan en la cancha”.

Sobre el desarrollo del encuentro el ‘Chanfle’ reconoce que mientras transcurrían los minutos se dieron cuenta de que podían sacarlo adelante. “Luchamos y luchamos, viendo a nuestro arquero cómo se rompía, a los defensas y los volantes apoyándose. Nadie daba una pelota por perdida, era un equipo sólido”.

Muñoz asegura que Barcelona no se escondió en La Plata. Él mismo tuvo una clara oportunidad de marcar, pero su remate lo detuvo el arquero argentino. “Yo vine con chichones en la cabeza porque cuando cobraba los tiros de esquina me tiraban monedas. Entonces, si cobré varios tiros de esquina no fue porque nos colgamos del arco”.

Juan Madruñero, aunque no jugó el partido, acompañó al equipo. Con  17 años fue el más joven de la delegación. “Desde la banca es la misma presión que jugar el partido. Nosotros no nos podíamos ni parar porque, como estábamos pegados a la general, los hinchas nos tiraban esas monedas chiquitas”.

El ‘Baby’, desde la banca observó claramente la acción del gol que consiguió el padre Bazurko. “Recibió el balón en callejón. Aunque la especialidad de ellos era jugar a la trampa del off side, se descuidaron; Bazurko se encontró con el arquero y se la tocó a un rincón”.

Luego del gol, recuerda Madruñero, todos  los que estaban en la banca (jugadores y asistentes) se convirtieron en técnicos y gritaban a sus compañeros para que no descuidaran las marcas.  

La ‘Bruja’ Verón era el referente del equipo argentino y una de las disposiciones tácticas fue evitar que desarrollara su juego. “Nosotros lo que hicimos fue tapar los espacios, ‘Wacho’ (Muñoz) y Walter Cárdenas lo marcaron y lo borraron del encuentro”, relató Madruñero.

Hoy, a las 17:45, en La Plata (Argentina), luego de 44 años, Barcelona y Estudiantes de La Plata se vuelven a enfrentar en un partido por Copa Libertadores.