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Entrevista / juan amador sánchez / exjugador de boca juniors y river plate - extécnico de aucas y olmedo

“Los superclásicos los disfruté más con River”

Foto: Internet
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Pocos futbolistas han tenido la oportunidad de jugar un Boca-River vistiendo ambas camisetas. Y solo un puñado de ellos tuvo -además- el privilegio de ser parte del superclásico del fútbol argentino en una Copa Libertadores.

Juan Amador Sánchez, el exentrenador de Aucas y Olmedo, reúne ambas características. “Es un orgullo, realmente es algo inolvidable haber jugado para Boca y para River con el plus de haber disputado un superclásico por la Copa”, dice Sánchez en entrevista con EL TELÉGRAFO, palpitando el duelo de octavos de final que los dos más grandes equipos del fútbol argentino mantendrán -al parecer, el 7 y el 14 de mayo próximo- por la Copa Libertadores.

Pero habrá más: el 3 de mayo se enfrentarán por la décima fecha del torneo local que lideran ambos equipos con 24 puntos. En resumen, tres superclásicos en solo 10 días.

Esta será la tercera vez que ambos equipos se enfrentarán en el máximo torneo continental en una instancia de eliminación directa. En las dos anteriores (2000 y 2004) el triunfador fue de Boca, pero River viene de eliminar a su rival en las semifinales de la Copa Sudamericana del año pasado ganada por el equipo  ‘millonario’. Si se suman fase de grupos, el duelo se repitió 22 veces en la Libertadores, el primero en 1966. En total, Boca ganó 10, empataron 6 y River venció en otras 6.  

Sánchez -cuyo hijo Alan juega en el Manta FC- fue un recio marcador central que jugó un año en Boca Juniors en 1986 y más tarde, entre 1990 y 1992, tras un paso por Platense, cambió de camiseta por la de River Plate. Con el equipo ‘xeneize’ jugó el duelo de la ronda inicial de la Libertadores ganado por River 1 a 0 el 20 de agosto de 1986 en el estadio Monumental de Núñez. En la cancha de Boca, en la ida, había estado en el banco. River ganaría ese año el torneo continental.

“Fue algo grandioso. Imagínate que son muy pocos los futbolistas que tuvieron la oportunidad de jugar un superclásico y poquísimos lo que lo han hecho por la Copa Libertadores”, dice Sánchez.

¿Qué recuerda de aquel partido?

Nos ganaron 1 a 0. Jugué de titular. Me había quedado con las ganas en la Bombonera, donde estuve en el  banco. En el 86 solo el primero de cada grupo avanzaba y lo hizo River. Nos eliminó. En la llave estaban  también Peñarol y Wanderers de Montevideo. Pero igualmente, para mí, fue algo maravilloso. El destino quiso que 4 años después pasara a River.

¿Qué significa jugar un  superclásico por la Libertadores?

No se da muy a menudo. Es algo muy lindo, se ve en todo el mundo y está presente en todos lados. Todos hablan de un Boca-River, no solo en Argentina. Es algo maravilloso por el clima que se vive en las tribunas y la pasión de ambas hinchadas.  

¿Y quién llega mejor a este duelo?

En estos partidos no importa cómo vengan ambos equipos. No hay favoritos. El favorito siempre queda afuera. No importa que Boca haya sido el mejor primero y River el peor último de la primera ronda. Todo puede suceder.  

¿Pero no ve hoy por hoy a uno mejor parado que el otro?

Sí, creo que River encontró su mejor funcionamiento, el mismo que tuvo el año pasado cuando ganó la Copa Sudamericana (eliminando a Boca en semifinales). Y Boca depende mucho de sus figuras, de 3 o 4 jugadores clave.

Además de jugar aquel partido de 1986 por la Copa Libertadores volvió a disputar varios superclásicos más, pero con los colores de River. ¿Con cuál camiseta lo disfrutó más?

Con la de River. En Boca jugué a los 24 años, era aún muy joven y en cambio en River llegué más maduro, con más experiencia. Cumplí allí 30 años y lo disfruté de otra manera. Lo valoré más. Sin embargo, en la Bombonera se vive un clima especial. Por las dimensiones de la cancha, por la gente, el griterío; es una locura…

¿Se siente un privilegiado por haber vestido las camisetas más importantes del fútbol argentino?

Sí, pero lo busqué. Nadie me regaló nada. Siempre tuve aspiraciones. Dejé un montón de cosas por el fútbol, mi pueblo natal (Totoras, en la provincia de Santa Fe, donde nació en 1961) y viví mi carrera con mucho sacrificio.

¿Cómo fue su paso como entrenador por Ecuador?

Excelente, tengo los mejores recuerdos. Estuve en Aucas, en primera y segunda división (2006-2007) y en Olmedo (2008). Ecuador es un país muy especial para mí, me trataron siempre muy bien y, además, allí juega mi hijo Alan. Volvería en cualquier momento. (D)

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