Tras tomar sus muletas y un buzo de lana ploma, Érick Toapanta (18 años), sale de casa con el pensamiento puesto en la final de la Copa Libertadores de América 2016. Quince minutos después está con Diego Mena, su amigo, paseando en el San Luis Shopping, antes de ir al parque Juan de Salinas, donde verían el partido entre Atlético Nacional e Independiente del Valle (IDV), que definiría al vencedor de la lid.

Mientras él y Diego “vitrinean” en el centro comercial, desde el parque, al pie de la pantalla gigante que el Municipio de Rumiñahui instaló en el sitio, el periodista Freddy Pasquel, de radio La Red de Quito, realiza su primera salida al aire con el reporte del ambiente que se vivía en aquellos momentos.

Los familiares del volante Junior Sornoza se reunieron en el barrio Briones, en Portoviejo. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo

A casi 2 horas del cotejo, la plaza empieza a llenarse; habitantes de La Victoria, Turismo, San Sebastián, La Paz, Inchalillo, Fajardo y otros sectores del cantón copan el lugar. Los comerciantes de banderas, gorras, camisetas, vuvuzelas, globos, espumilla, sánduches... deambulan ofreciendo sus productos.

El fresco clima de verano, que de por sí invitaba a salir a la calle, se torna festivo con la presentación de Gustavo Cárdenas, imitador del cantante chileno Américo.

Érick, que venía cansado por la caminata en el shopping, arriba junto a Diego y tratan de ubicarse cerca de la pantalla gigante. Conversan sobre unos botines de fútbol Adidas que vieron en un local deportivo, pero cuyo costo -$ 200- resultaba inalcanzable a corto plazo para Diego. Además, debe esperar un mes para terminar la rehabilitación de su pie derecho, lesionado en el empeine a causa de un golpe que sufrió como integrante del Inter de Milán de la Liga Barrial Puente 7.

Atraídos, tal vez por la belleza de 7 chicas del programa de televisión La Juerga de RTU, ambos jóvenes se arriman a una mesa que estaba cerca del grupo femenino. A pocos metros, Pasquel hacía una segunda salida; los equipos finalistas saltaban al campo de juego del estadio Atanasio Girardot de Medellín.

La primera emoción de los televidentes es ver en la alineación titular al delantero José el ‘Tin’ Angulo, quien, debido a una lesión, no estaba confirmado para el 11 abridor. Las tonadas del Himno Nacional provocan la segunda emoción.

El árbitro Argentino Néstor Pitana da el pitazo inicial, el grito de “¡vamos Independiente!” se une a varios chiflidos y aplausos. Salvo los vendedores ambulantes y los policías, artistas, periodistas y público en general fijan sus ojos en la transmisión. A los 30 segundos el apornero Miguel Borja se pierde la primera conquista para el representativo colombiano. Érick se toma la cara a pocos metros, Freddy Pasquel observa con calma.

Nacional ataca con persistencia, a los 8 minutos, después de una falla de Arturo Mina, la pelota queda en los pies de Borja, que vence al portero Librado Azcona. El “¡Nooo!” de Érick es el que se escucha más próximo.  Un intenso olor a licor se percibe en el aire, un hombre se acerca a Pasquel para brindarle un trago. El comunicador rechaza la copa. Le explica que debe conducir su auto, pero sobre todo, está trabajando.

A los 35 minutos, el ‘Tin’ Angulo, recibe un pase de Junior Sornoza; está solo de frente al arco, pero sus disparos se elevan por encima del travesaño. En segundos, los presentes pasan de la ilusión al enfado; al fondo se escucha “Sí se puede, sí se puede...”. Concluido el primer tiempo un payaso y una banda de batucada reaniman a los aficionados. Muchos aprovechan para comprar refrescos o comida. Érick se estira, le comenta a Diego que a Independiente le falta juego ofensivo. En media plaza hay bulla, los gendarmes detienen a un joven acusado de ladrón.

Empieza la segunda fracción. El ingreso de Jonny el ‘Pipiolo’ Uchuari por Sornoza le da mayor dinámica a IDV. Pipiolo supera a un zaguero, pero es derribado en el área. “¡Penal!”, advierte Toapanta, la incidencia genera comentarios en contra del réferi, quien no sanciona la falta.

En su afán de igualar, el elenco visitante descuida la marca, pero el local no aprovecha las oportunidades de aumentar la ventaja. El tiempo se consume y con él las esperanzas de nivelar. Con la mano en la boca, unos; con los brazos cruzados, otros, algunos seguidores del ‘negriazul’  ponen cara de resignación.

Gotas de lluvia comienzan a caer, el ímpetu de los concurrentes se extingue, el milagro no aparece. Pitana resopla por última vez. La frase del locutor de Fox Sports “Atlético Nacional campeón de la Libertadores”, impacta con el peso de una lápida en los oídos de la teleaudiencia.

Érick se apoya en las muletas y da media vuelta; Pasquel anuncia que, terminada la Libertadores, la emisora en la que labora cubrirá los Juegos Olímpicos. La lluvia es intensa, pero no impide que los presentadores de RTU, Gaby Cárdenas y Juan Carlos Sánchez, acompañados de las 7 guapas, intenten sofocar la desazón diciendo que el ‘rayado’ ecuatoriano no defraudó.

Un hombre se mete a la pileta del parque, según él, lo hecho por IDV es digno de festejo. “No es Boca, no es River, ellos se prepararon para ser campeones, pero por Independiente nadie daba un centavo. La vida sigue...”, sentencia. (I)

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Al IDV también lo alentaron en Portoviejo

La portovejense Carmen Moreira se puso de pie. Unas 20 personas también se levantaron y con aplausos expresaban que aunque Independiente del Valle no fue campeón de la Copa Libertadores para ellos sí lo es, por su entrega en los cotejos de la justa copera.

Carmen es la madre de Júnior Sornoza, jugador del hoy subcampeón de América que perdió la final de la lid el miércoles ante el Atlético Nacional en Colombia.

En su casa ubicada en la calle Ché Guevara de la ciudadela Briones junto a su esposo Nazareno Sornoza, sus dos hijas, familiares y vecinos observó el partido que la mantuvo tensa durante los 90 minutos. “Lo importante es que nos golpearon, porque según ellos -se refiere a los colombianos- nos iban a golear”, dijo la mujer en aquella vivienda donde medallas y fotografías de su hijo mayor engalanan la sala.

En los dos tiempos sus comentarios eran los que más destacaban. El papá de Sornoza se mantuvo en silencio como lo hace siempre que observa estos partidos.

Carmen alentaba sentada en el costado de un mueble pese a que el elenco iba perdiendo con gol de Borja. “Muchachos vamos… despierten, vamos marcando, vamos hijo tranquilo”. Friccionaba sus manos y por ratos las llevaba a la cabeza.

Su primo Álex Sornoza estaba nervioso como casi todos lo que observaban el cotejo en la sala. Maira Moreira, la tía de Junior, flameaba desde su asiento una bandera de Ecuador. Nuevamente se escuchó a Carmen decir ¡vamos mijo, tranquilo, vamos papacito no te pongas bravo!

Al término del primer tiempo la madre del futbolista confesó que ver el partido por televisión pone más nerviosa. Prefiere estar en las gradas, en vivo.

Antes del lance conversó mediante videollamada con Júnior. “Él estaba tranquilo, dijo que  iban a dar todo en la cancha. Yo le mencioné que se diviertan y que para nosotros son campeones”.

Señala que Júnior, de 22 años, tiene propuestas de equipos de España y Brasil  pero es solo eso, “ha estado concentrado en Copa. Me dice que no haga caso a los rumores de las redes sociales. Cuando sea  algo así, él será el encargado de decirme”.  

Al iniciar la segunda parte del cotejo ella regresó al mueble, tocaba su corazón porque se sentía nerviosa.

“Vamos metan ñeque”. Era literalmente una entrenadora más frente a la pantalla. Cuando se perdía oportunidad en los remates se escuchaba frases de lamentaciones de Antonio Briones y otros vecinos. De pronto Antonio lanzó “vamos Portoviejo”. Al final todos quedaron complacidos por el subcampeonato, como la abuelita de Júnior, María Velásquez, que prefirió escuchar por radio el partido. (I)