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En la casa de Luis el 'Cunti' Caicedo, la final de ida se vio con mucha tensión
Cuatro cuadros del Independiente del Valle y un gran trofeo adornan la sala del domicilio de los padres de Luis el ‘Cunti’ Caicedo. La casa, ubicada en la calle 18, entre la J y la K, al sur de Guayaquil, se llenó anoche con 25 personas que vieron el partido entre los ‘Rayados’ y el Atlético Nacional de Medellín.
Desde el inicio del encuentro la tensión de los familiares y los amigos del ‘Cunti’ era evidente. Pocos se aventuraron a dar una opinión y solo miraban el partido en una gran pantalla plana ubicada en la sala.
Carmen Medina -madre de Luis Caicedo- hablaba poco. Ubicada junto a su esposo -don Luis- en el sofá principal de la sala, miraba con preocupación el encuentro y en varias ocasiones se tapó la cara como para no ver las llegadas ofensivas del Atlético Nacional. Un suspiro salía de su pecho, acompañado de la frase ¡Ay, Dios mío! Pero en cada ocasión que su hijo -el ‘Cunti’- aparecía en acción se escuchaba su aplauso y en su cara se dibujaba una amplia sonrisa.
Cerca de los 20 minutos de juego Luis Caicedo salió de su área para disputar un balón y lo despejó con una carretilla. La acción provocó la reacción de los familiares y amigos. “Bien ‘Cunti’, esa es. Así se juega. Vamos que podemos”, decía Romel Beltrán, vecino de los Caicedo.
Pero a los 36 minutos, cuando vino el tanto del Atlético Nacional, llegaron las reacciones más fuertes. El tanto de Orlando Berrío despertó a los visitantes del domicilio de la familia Caicedo- Medina.
“¿Qué les está pasando?. No los estamos marcando bien. Estos manes están perdidos”, decía molesto el padre del zaguero central del Independiente, don Luis Caicedo, más conocido como ‘El Siete’.
Pasaron los minutos y otra vez los visitantes quedaron en silencio. Cuando el narrador del partido recordó que el gol de visitante ya no es doble, volvieron a reaccionar. “Ah! no vale doble. Estamos bien entonces. Aquí sí le ganamos y allá también”, dijo Beltrán, que con una camiseta de Barcelona confesó que siempre visita la casa de la familia del zaguero, porque lo conoce de toda la vida, incluso asegura que jugó con él en sus inicios en el equipo de Fedeguayas.
La imagen de la televisión mostró la repetición del festejo de Berrío; el colombiano gesticuló como si cargara a un bebé en sus brazos -tal como lo hizo el brasileño Bebeto en el Mundial 1994-. La acción provocó la reacción del padre del ‘Cunti’, que medio molesto dijo: “Así quiero verte después, cuando te ganemos el partido”.
Luego de que el árbitro pitó el fin del primer tiempo, todos en la casa de Caicedo se levantaron de sus puestos. Los más jóvenes sacaron sus celulares y los mayores comenzaron con los análisis del encuentro. El ‘Siete’, nuevamente, criticó la pasividad de algunos jugadores de Independiente. Asimismo, reconoció que el rival es un equipo que juega rápido.
Mientras que Beltrán destacó los últimos minutos de los del Valle, donde intentaron reaccionar. “Eso es lo que deben hacer, presionar”.
La madre de Luis Caicedo se paró del sofá y tras posar para una foto regresó a su puesto e inició un diálogo con uno de sus sobrinos. Con su voz pausada manifiesta que habló con su hijo antes del partido y que por algún problema de salud no pudo viajar a la capital. “Sí, hablé con mi hijo como a las cinco de la tarde. Me dijo que ya se iba al estadio y me pidió la bendición”.
Ya en el segundo tiempo, el ánimo se encendió desde el inicio. Doña Carmen y don Luis volvieron a acomodarse en la sala y les mandaron las mejores vibras a su hijo.
Los cambios de Pablo Repetto generaron varios comentarios, pero la tensión se mantenía. El nerviosismo era evidente. Algunos se paraban de sus asientos, otros murmuraban entre sí, pero ninguno despegaba su mirada del televisor.
A los 87’ retornó la tranquilidad a la casa de los Caicedo-Medina con el gol de Arturo Mina. Todos se pararon para celebrar el gol, menos doña Carmen, ella gritó y festejó el tanto a su manera. El resto pedía que el partido no se acabase y como si estuviesen en el mismo estadio Olímpico Atahualpa, les exigían a los jugadores que subieran buscando otro tanto. Al final, el resultado (1-1) dejó con más tranquilidad a los familiares y vecinos del ‘Cunti’. “Seguimos como invictos de local. En Colombia les ganamos y nos quedamos con la Copa Libertadores”.
El barrio también se reunió
Afuera de la casa de la familia del ‘Cunti’ unos 15 vecinos se tomaron la calle para ver el cotejo. Instalaron un televisor en la vereda y sacaron sillas plásticas para acomodarse. Dos tenían camisetas del equipo de Sangolquí, asegurando que el mismo Caicedo se las había obsequiado.
Al igual que en el domicilio de la familia Caicedo, los vecinos y amigos de Luis hacían comentarios, pero utilizando un vocabulario más fuerte. Para ellos, el equipo ecuatoriano parecía estar dormido y algunos jugadores estaban “quedados”.
Pero destacaron a su vecino, así lo dijo Raúl Quiñónez: “Luchito está bien parado, por ese lado no pasa nadie”. (I)
Datos
El ‘Cunti’ es conocido en su barrio por su generosidad y humildad. Sus vecinos reconocen que es colaborador y aunque ya no juega ‘indor’ siempre ayuda.
El ‘Siete’, como es conocido el padre de Luis Caicedo, observó el partido vestido con el uniforme completo del Independiente del Valle y con un corte de pelo parecido al de José Luis Perlaza.
Carmen Medina, madre del ‘Cunti’, reconoce que no puede viajar, pero no se pierde ningún partido de su hijo. Siempre está pendiente de su hijo, que la llega a visitar cada vez que juega en la ciudad.
La casa de la familia Caicedo está ubicada en la calle 18 entre la J y la K. Es de dos plantas y fue arreglada por Luis Caicedo.