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El Telégrafo

El astro brasileño cumplió ayer 75 años. los celebró en su hacienda

El Museo Pelé, el arca de los recuerdos de O Rei

En el museo se muestran los zapatos que utilizó Pelé en el Mundial de Suecia 1958, que lo ganó Brasil. Foto: Cortesía
En el museo se muestran los zapatos que utilizó Pelé en el Mundial de Suecia 1958, que lo ganó Brasil. Foto: Cortesía
24 de octubre de 2015 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

El municipio Tres Corazones, ubicado en el estado de Minas Gerais, es conocido por convertir a Brasil en la primera potencia exportadora de Café, pero también porque allí hace 75 años nació Edson Arantes do Nascimento, conocido 17 años y medio después como ‘Pelé’, cuando levantó la primera de sus tres Copas del Mundo, en Suecia 1958.     

Ayer, con la salud algo frágil tras haber sido internado este año de infección urinaria, ‘Pelé’ festejó sus 75 años en el remanso de su hacienda, pero siendo una leyenda viva, al punto que uno de los mejores lugares para recordar a ‘O Rei’ del fútbol, elegido el atleta del siglo XX por la FIFA, es el Museo Pelé, ubicado en la ciudad de Santos.

“Pelé ha hecho conocido a Santos alrededor del mundo y tiene esta gratitud con Santos. Por eso accedió a poner su museo en esta ciudad. Y Santos está agradecida a Pelé”, dijo a EL TELÉGRAFO Marisa Emidio, gerenta del Museo Pelé, que desde hace un año y 4 meses funciona en un edificio colonial del mayor puerto de América Latina.     

En el museo existen 2.500 piezas que pertenecieron a ‘O Rei’, incluida una estatua de cera que los artistas del museo londinense Madam Tusauds le regalaron al brasileño más famoso de todos los tiempos. “Pelé forma parte de la historia de Brasil. Este museo permite a niños de todas las escuelas, a personas que nunca pudieron entrar a un museo, tener ese contacto con la cultura popular representada por una figura de la talla de Pelé, que siempre fue poco vanidoso y tiene una historia de superación”, contó la gerenta del museo, al que acudieron 140.000 personas desde su apertura hace 18 meses, 30% de ellas extranjeras.

Pelé nació en el estado de Minas Gerais y de niño se mudó a Baurú, interior del estado de Sao Paulo. Allí vio llorar a su padre al lado de la radio que transmitía en 1950 la derrota de Brasil frente a Uruguay 2 a 1 en Río de Janeiro, en el Mundial que terminó con la tragedia conocida como  Maracanazo. “Papá, te prometo que te voy a traer la Copa”, le dijo el pequeño Edson a su padre al lado de una radio a transistores que permanece viva, y que es exhibida en el museo.

Casi ocho años después, Pelé, ya jugador del Santos, asombraba al mundo al ser la figura en Suecia 1958. Obtuvo, pero debió abandonar por lesión, el Mundial Chile 1962, en el que brilló Garrincha. Nunca Brasil perdió un partido cuando jugaron juntos Pelé y Garrincha. Y su carrera, que estuvo rodeada de dudas sobre si había perdido su magia desde 1966, tuvo un broche de oro en la selección con la conquista del Mundial de México 1970, en el equipo de todos los tiempos, con personalidades como Rivellino, Jairzinho, Carlos Alberto Torres, Tostao y Gerson.   

Luego se retiró en Estados Unidos, en un intento de llevar el fútbol al país del béisbol, en 1977, jugando para el New York Cosmos. En Estados Unidos tuvo a dos de sus siete hijos con distintos matrimonios.  

El Museo Pelé, de repente, se parece a un recreo de una escuela: decenas de niños están visitando la casa del ‘Rey’, conociendo su historia en tiempos en que los niños y las niñas tienen como ídolos deportivos a personajes como Neymar, también de la cantera del Santos, al argentino Lionel Messi o al portugués Cristiano Ronaldo.

“Pelé pudo parar una guerra para mostrar su fútbol. Lo más importante es que él representa al deporte, el legado a Brasil es el más interesante: demuestra que los homenajes dados en vida son los más importantes, es muy difícil lograr lo que él pudo conquistar. Lo bueno es que los niños se den cuenta de que las generaciones anteriores les dejan cosas para aprender, para ser conocidas”, dijo a EL TELÉGRAFO Emanuel Bento, profesor de historia de una escuela primaria de Santos.  

Bento se refiere a la guerra civil de Nigeria de 1969, cuyos bandos hicieron un alto al fuego para que el Santos y Pelé llegaran a Biafra. Cuando el equipo abandonó Nigeria para ir a Congo, la guerra continuó.  

La gerenta del museo aclara que  Pelé y Neymar son incomparables, los dos hijos pródigos del Santos Futebol Clube. “Neymar vive otra generación, otra preparación; pero Pelé jugaba con zapatos de fútbol pesados, camisetas pesadas, no había exámenes médicos de alta complejidad. Todo esto eleva más a Pelé, un profesional y un deportista ejemplar”, comentó.

A los 75 años, Pelé aparece generalmente en publicidades de bancos o de cadenas de comidas, o en algún homenaje que le realizan al Santos de los años 60. Incursionó en la política como ministro de Deporte de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), se hizo impopular a ratos al opinar sobre la selección y minimizar el racismo en el fútbol brasileño y ganó adversarios de peso en el mundo del fútbol, como Romario, campeón mundial en 1994 que hoy es el senador más votado del país, quien cada vez que puede repite una frase que ya es histórica: “Callado, Pelé es un poeta”. (I)

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