Javier Mascherano va a tener la ocasión de ponerse en primera línea: el indispensable centrocampista argentino, a menudo relegado al eje de la zaga en el Barcelona, puede aprovechar la ausencia de Sergio Busquets para afirmarse en la medular catalana el miércoles ante el Manchester City 14:45 en la Liga de Campeones.

Mascherano, de 30 años, es una de las paradojas del equipo azulgrana, brillante centrocampista con la Argentina subcampeona del mundo en 2014, suele ocupar un puesto de defensa central en el Barça.

"Es clave. A nivel futbolístico aporta versatilidad porque juega en dos posiciones a nivel máximo", resumió recientemente el técnico barcelonista, Luis Enrique.

Este posicionamiento variable se explica por los problemas sufridos a menudo en la zaga desde que llegó Mascherano en 2010. Pero también por el estatus de inamovible que tiene Sergio Busquets, uno de los centrocampistas emblemáticos del equipo azulgrana, en cuyo seno se formó.

Sin embargo, este último sufre una lesión en un tobillo, lo que debería dejar el campo libre el miércoles al "jefecito".

"No soy Sergio Busquets, no doy, por tanto, las mismas soluciones. Él es único", advirtió Mascherano.
Así, mientras el catalán sobresale en la distribución del juego y el posicionamiento, el argentino, de talla más pequeña (1,74 m, 73 kg), cuenta con su velocidad y su capacidad para remediar los errores de sus compañeros.

Mentalmente, un líder al que se escucha
Aunque no lleva el brazalete de capitán, Javier Mascherano, es uno de los pilares del equipo barcelonista.
"Es un referente en el vestuario. Es un líder", considera Luis Enrique, insistiendo en que "los líderes no se hacen, nacen. Es básico".

Sobre el terreno, cuando la tensión aumenta, es fácil ver al exjugador del Liverpool arengar o reposicionar a sus compañeros.

Y ante los medios, sus declaraciones tranquilas y meditadas hacen que su voz se escuche. Así, tras la crisis interna que sacudió al club en enero, seguida por una victoria salvadora frente al Atlético (3-1), el argentino llamó a hacer de ese éxito un punto de no retorno.

Sus compañeros parecen haberle escuchado y, desde entonces, el Barça ha jugado 17 partidos de los que sólo ha perdido uno, contra el Málaga en Liga (1-0), un encuentro en el que, coincidencia o no, Mascherano no fue titular.

Impedir que Agüero tenga el balón
En el Camp Nou, volverán a encontrarse viejos amigos argentinos puesto que Mascherano y Messi recibirán a Sergio Agüero, su compañero en la selección, que debería ocupar la punta de ataque del Manchester City en esta vuelta de los octavos de final (victoria azulgrana 2-1 en la ida).

"El Kun es un gran jugador, con mucha velocidad en espacios reducidos, con un gran uno contra uno, es muy difícil de marcar", advirtió el "jefecito".

"Siempre digo que es muy difícil comparar a algún jugador con Messi porque Leo es el mejor y nadie llega a su nivel. Ahora bien, Agüero tiene algunas cosas similares a él", consideró Mascherano.

El centrocampista barcelonista, en el corazón del juego, tendrá la dura tarea de impedir que Agüero llegue al balón, lo que podría convertirle en el árbitro del duelo entre los dos goleadores argentinos.
Pero, lo que está claro, es que estar en primera línea no asusta a Mascherano.