El fútbol argentino envejece. No puede evitar el éxodo de sus jóvenes promesas y se nutre de figuras ‘maduras’ con experiencia internacional, que se han convertido en el objetivo de deseo de los equipos más populares del país austral.

Después de varios tironeos entre los clubes más grandes, los ‘veteranos’ se decantaron por el equipo de sus amores, cumpliendo el deseo de retirarse con la camiseta que soñaron vestir desde niños.    

El caso más emblemático es el de Javier Pinola, de 34 años, el férreo defensor de Rosario Central cuyas grandes actuaciones lo llevaron a ser convocado para la nueva selección ‘albiceleste’ de Jorge Sampaoli. El exídolo del Nuremberg alemán fue tentado para volver a Racing, donde jugó hace una década, mientras Boca y River luchaban por sus servicios. Incluso hasta último momento el club rosarino aseguraba que el defensor seguiría en el equipo, pero finalmente Pinola se decantó por los ‘millonarios’ por amor a la camiseta.

Pero no fue el único. Ignacio Scocco, de 32 años, la gran figura de Newells, el otro gran club de Rosario, dejó la ciudad y fichó también por River, club del que es hincha. Ambos debutaron el martes pasado en la victoria 2-0 de River ante Guaraní en Asunción por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Scocco incluso abrió la cuenta de tiro libre. 

River sumó a otros dos ‘veteranos’ en sus filas. En el arco estará Germán Luz, de 35 años, exportero ‘millonario’ proveniente de La Coruña y al internacional Enzo Pérez, de 31,  que dejó el Valencia -donde no era tenido en cuenta- para jugar en el club de sus amores, según confesó. Pérez disputó con Argentina el Mundial Brasil 2014. En contraste, River no pudo evitar la partida de su gran figura y goleador Sebastián Driussi, de 21 años, vendido al Zenit ruso. 

Y hay más ejemplos de esta nueva moda. Estudiantes de La Plata, presidido por la exestrella Juan Sebastián Verón, sumó a dos veteranos hinchas del club, como el delantero Pablo Luguercio y el defensor Pablo Álvarez, ambos de 35 años.  Pero no fueron los únicos: el popular ‘pincha’ platense sumó al centroatacante Mariano Pavone, de la misma edad que sus compañeros. Los tres fueron campeones con Estudiantes en el lejano 2006. 

Racing no fue la excepción, tras luchar en vano por Pinola, logró sumar al volante central Fabián Rinaudo, de 30 años, y al uruguayo Egidio Arévalo Ríos, el mediocampista de la Celeste, de 35. Y sueña con repatriar al exvolante ofensivo ‘Maxi’ Morález, de 30 años, que salió de la cantera del club y juega actualmente en el New York City. Pero también le interesa sumar al experimentado exjugador de la Albiceleste Maxi Rodríguez, de 36 y libre de Newells. Detrás quedó el deseo de incorporar al defensor central Gonzalo Rodríguez, de 33 años, de la Fiorentina, que finalmente se decidió por volver al club del que es hincha: San Lorenzo.

El equipo del papa Francisco también es noticia, pero por no renovarle el contrato a su gran figura e ídolo Néstor Ortigoza, de 32 años y que recientemente renunció a la selección paraguaya. Boca quiere sumarlo a su plantel.  

Independiente no se queda atrás. Tiene todo listo para incorporar a Jonás Gutiérrez, el antiguo Newcastle que jugó el Mundial 2010 de la mano del entonces técnico ‘albiceleste’ Diego Maradona. El ‘Galgo’, como se lo conoce, tiene 33 años y viene de jugar en el humilde Defensa y Justicia. (I)   

River se somete a masivo control antidopaje

El plantel completo de River Plate fue sometido a un control antidopaje masivo tras el triunfo 2-0 ante Guaraní en Asunción, el martes en la noche, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Su técnico Marcelo Gallardo sospecha de la existencia de una ‘persecución’ de la Conmebol.

Los 18 integrantes del plantel -entre titulares y suplentes- tardaron dos horas en cumplir este trámite, decidido por el organismo tras los dos casos de dopaje que involucraron a los futbolistas ‘millonarios’ Lucas Martínez Cuarta y Camilo Mayada en la fase previa del torneo. Los futbolistas estuvieron más tiempo cumpliendo el control que jugando fútbol. El último de los profesionales que entregó el frasco con orina fue Ariel Rojas, quien se retiró dos horas después de finalizado el partido en medio de la molestia del club argentino por la medida tomada por la Conmebol.

El organismo basó su decisión en el artículo 12, apartado 2, del reglamento antidopaje de la Confederación Sudamericana de Fútbol. 

“Es algo cómico, nunca pasó algo así. Nadie se tiene que ocultar, estamos apoyando la medida que tomó la Conmebol y ahí estarán los resultados”, dijo el experimentado defensor Javier Pinola, quien debutó en River.

Los futbolistas Lucas Martínez Cuarta y Mayada no jugaron frente a Guaraní al estar suspendidos provisionalmente por la Conmebol tras dar positivos a un diurético prohibido por el organismo.

El caso provocó un escándalo en el club, que adujo que los dopajes se registraron por la contaminación de suplementos medicinales y vitamínicos utilizados habitualmente en el plantel. (I)