El ajuste llegó al fútbol argentino y todas las miradas apuntan ahora al capital extranjero y a una futura privatización, parcial o total, de los clubes nacionales impulsada por el presidente Mauricio Macri. Como primera medida, los argentinos dejarán con toda seguridad de ver por TV el fútbol gratuito desde el 1 de enero del año próximo. El Gobierno decidió dejar de financiar las transmisiones de los partidos de primera división a un costo cercano a los $ 120 millones por temporada.

La medida había sido anunciada en julio pasado con la ruptura –a partir de diciembre próximo- del contrato vigente con la empresa estatal Fútbol para Todos (FPT), creada en 2009 durante el ‘kirchnerismo’ para romper el monopolio de las transmisiones que estaban en manos del Grupo Clarín. Entonces Macri había esbozado la gratuidad de las transmisiones de TV solo hasta 2019, pero los tiempos cambiaron y el pay per view parece ser el único camino en el horizonte inmediato del fútbol argentino.

Fuentes del Gobierno aseguran que harán lo posible para garantizar la continuidad de las transmisiones gratuitas, algo que suena a utopía sin el financiamiento estatal. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), hundida en una crisis sin precedentes y bajo el mando de una comisión normalizadora, debería buscar inversores para que se encarguen de las emisiones y eso significa una sola cosa en el futuro: la imposición de aranceles televisivos.  

En la mira está el equipo de Ted Turner, interesado en hacerse cargo de las transmisiones, pero antes el empresario estadounidense quiere cerrar la compra del canal privado argentino Telefe. En los últimos días, Macri se reunió en la sede de gobierno, con el titular de FPT, Fernando Marín, y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andréis. “Es fácil reclamarle al Estado que sea una ambulancia del despilfarro de la AFA”, afirmó De Andréis. Marín, a su vez, dijo que “la reunión con el presidente Macri fue de rutina, pero sirvió para ratificar la decisión del Gobierno de terminar a fin de año con el Fútbol para Todos”.

El Gobierno, en tanto, se ha alejado de Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba y titular de la comisión normalizadora de la AFA. Macri había presionado para que Pérez asumiera en la entidad en un intento por tener allí a un hombre de su confianza. Pero una serie de errores cometidos en los últimos tiempos por Pérez -quien llamó a Macri jefe- provocaron que el Ejecutivo le soltara la mano. Lo acusan de no haber cumplido con las expectativas de normalizar la casa madre del fútbol nacional. Su misión era modificar los estatutos según lo indica la FIFA, reordenar el descalabro económico y deportivo y llamar a elecciones antes de julio de 2017. Pérez está en Baréin para negociar un préstamo a la Asociación del Fútbol Argentino.

Los clubes amenazan con un paro y piden a gritos elecciones que podrían realizarse antes de fin de año. Están que arden por una rebaja del 30% en el monto de dinero que reciben mensualmente por los derechos de transmisión. En su mayoría, los clubes están endeudados. (I)