La venta del argentino Ángel Di María -junto a la de Morata y Sahin- salda los gastos que el club ‘merengue’ ha tenido con la compra de varios jugadores en la temporada.

La decisión de Di María de abandonar el Real Madrid merma en el aspecto deportivo al estratega italiano Carlo Ancelotti, al perder a un jugador único en la plantilla, pero deja al club la mejor operación posible.

“Para gastar hay que vender”, dice un conocido refrán en los negocios y eso ha tenido que hacer el Real Madrid, que gastó 110 millones de euros para traer a James Rodríguez (75), Kroos (25) y Keylor Navas (10). La operación cerrada por el Real Madrid, un club históricamente comprador, le proporciona una cantidad jamás ingresada.

Antes del ‘Fideo’, el Madrid ingresó 7 millones de euros por Sahin, comprado por el Borussia Dortmund después de su cesión, y 22 millones por Álvaro Morata, que cogió las maletas rumbo a la Juventus.

Además, el Zenit compró a Ezequiel Garay por 15 millones y la mitad llegó a las cuentas del Real Madrid.

Otros se han ido, pero gratis. Ocurrió con 3 porteros: Diego López (Milan), Jesús Fernández (Levante) y Mejías (Middlesbrough), quienes se marcharon con la carta de libertad. Mientras Casemiro (Oporto) y Cheryshev (Villarreal) salieron cedidos en busca de los minutos que no iban a tener en el Bernabéu.

Así, el Madrid se ha gastado, en contrataciones, 110 millones de euros este verano y ha ingresado 111,5 millones. Las cuentas van cuadrando en el conjunto blanco.