Por Gorka Castillo

El FC Barcelona es hoy un barco a la deriva. El ‘Titanic blaugrana’ está metido en un problema tan grave que no sería extraño que terminara con alguno de sus dirigentes entre rejas.

El conflicto tiene su origen en el fichaje del delantero brasileño Neymar da Silva en 2013 por quien la entidad ‘culé’ pagó al Santos algo más de $ 62 millones. Una cifra calificada de exitosa, pero que ha resultado falsa y probablemente delictiva, según las pruebas aportadas al juez español Pablo Ruz, por un socio ferozmente enfrentado al entonces presidente, Sandro Rosell.

Los cálculos realizados por el irritado seguidor barcelonista apuntan a que el coste real de la operación pudo llegar a los $ 120 millones. Una cifra estratosférica plagada de irregularidades que ahora se descubrirán en los tribunales. Para empezar, el astro brasileiro no evitará el mal trago que supone acudir a los juzgados. Lo hará en calidad de testigo en la vista oral contra la cúpula dirigente del FC Barcelona que, presumiblemente, comenzará en octubre. El juez del caso ya ha pedido para la entidad culé y para sus dos últimos presidentes una multa que supera los $ 70 millones por tres delitos contra la Hacienda Pública española.

El fiscal ya ha interrogado a Rosell y poco se puede decir de su aportación al esclarecimiento de los hechos, aparte de considerarse víctima de una trama urdida por su eterno rival, el Real Madrid.

La que no tuvo desperdicio fue la declaración del actual mandatario ‘blaugrana’, Josep María Bartomeu, culpando de todo a Tito Vilanova, la sombra de Guardiola en aquel deslumbrante Barça que alzó 2 Champions, tres Ligas y dos Copas del Rey y que falleció de cáncer hace un año siendo entrenador del primer equipo.

Bartomeu, un hombre aparentemente culto y cerebral, explicó al juez que el fichaje de Neymar tuvo que adelantarse un año a la fecha prevista para su contratación por petición expresa del DT fallecido. Y eso, claro, tuvo sobrecostes. Ni qué decir tiene que sus palabras, filtradas interesadamente a medios cercanos al Real Madrid, han caído como una bomba en el entorno del club. El presidente ‘blaugrana’ ha sido acusado de ‘desleal’ con un ícono del barcelonismo que ya no podrá defenderse y de ‘tramposo’, porque la denuncia interpuesta no es por el encarecimiento de la operación Neymar, sino por la duplicidad de los contratos que presuntamente arreglaron con la sociedad N&N, propiedad del padre del futbolista, para defraudar al fisco.

Bartomeu se justificó esta misma semana al asegurar que la filtración de su interrogatorio había sido malinterpretada y que aborrecía que se intente emborronar la admiración que siente hacia la figura de Tito Vilanova.

El presidente ‘culé’ admite que el DT quería que saliera David Villa del equipo y que se contratara a Neymar “porque quería un jugador desequilibrante y un central” al final de la temporada 2013. También reconoce que el acuerdo fue sencillo y rápido porque Rosell y el padre del futbolista “eran amigos”.

Ciertamente, el mandato de Bartomeu está resultando tan errático que no es extraño que ahora le recriminen por utilizar el nombre de Tito Vilanova para defenderse en el caso ‘Neymar’. Una acusación que, en cierto modo, el presidente barcelonista acepta de buen grado, puesto que lo contrario sería confirmar que el desaparecido DT del FC Barcelona no pintaba nada en la planificación de los fichajes, ya que se contrató a Neymar sin consultar su opinión.

Todo encaja en el comportamiento habitual en el que se mueve el complicado mundo del Barça. Cuando el plano deportivo funciona, como ocurre en la actualidad, suelen surgir complicaciones en el ámbito administrativo, aunque en esta ocasión haya llegado a los tribunales de justicia. Ningún equipo español, por el momento, ha pasado por semejante trance, pese a que la burbuja futbolística en la que vive el fútbol hispano presenta síntomas de explosión desde hace algunos años.

Neymar da Silva, que llegó al FC Barcelona en 2013 como una rutilante estrella decidida a eclipsar al mismísimo Lionel Messi, no goza de la simpatía de los seguidores del club. Por lo menos, no llega al grado de admiración que suscitan otros fichajes, como Luis Suárez o el mediocampista croata Iván Rakitic, mucho menos mediático que el brasileiro. En el último Clásico contra el Real Madrid fue censurado por parte de la afición tras fallar dos claras oportunidades de apuntillar a su eterno rival. Neymar no es ni de lejos el ídolo ‘blaugrana’. Esta condición sigue siendo territorio de Messi e Iniesta, quienes no parecen decididos a compartir su reinado con un jovenzuelo solo preocupado por su imagen personal. (D)

Datos

El Santos de Brasil fue el primer equipo donde jugó Neymar. En ese club completó 225 partidos y marcó 136 goles; además, aportó con 65 asistencias. Ese rendimiento lo llevó a ser parte de la selección de su país.

En 2013 fue fichado por Barcelona, su segundo club. Con los catalanes ha jugado 77 encuentros; anotó 41 goles y realizó 17 asistencias. Ese mismo año formó parte del equipo que ganó la Supercopa de España.

Con la selección de Brasil jugó el Mundial que se realizó en su país. Participó en 5 partidos y anotó 4 goles. El 4 de julio pasado, en los cuartos de final de la cita mundialista, sufrió una fractura de la tercera vértebra luego de recibir un golpe.