“Apenas veía cámaras, Javier Rodríguez se distanciaba. Es un hombre muy trabajador, pero de perfil bajo”. Así recuerda Fernando Maldonado al director técnico de la Selección Ecuatoriana de Fútbol Sub-17, quien consiguió clasificar al equipo al Mundial de la categoría, que se disputará en Chile entre el 17 de octubre y el 8 de noviembre.
Maldonado (70 años), quien laboró en las formativas de Emelec de 1998 a 2006, conoció a Rodríguez en aquel lapso. Dice que siempre trabajó en clubes o instituciones de Guayaquil e hizo su carrera en forma silenciosa, separado de cualquier tipo de publicidad.

Siempre fue serio y entregado a su quehacer, sin que eso lo convirtiera en un tipo asocial; más bien es de los instructores que primero se convierten en amigo de los chicos y después en maestro.

Homero Mistral Valencia (54 años), exestratega de las selecciones sub-15 y sub-17, coincide con esos criterios. José Javier Rodríguez fue su asistente técnico de 2005 a 2007. Mientras lo tuvo cerca, observó en él a un hombre estudioso, que siempre se informaba sobre las innovaciones dentro del rey de los deportes.

No solo eso, se notaba su vocación por el aleccionamiento a las divisiones inferiores. “Enseñar a adolescentes no es tarea fácil, pero él tiene la paciencia para hacerlo. Con ellos hay que mantener un tira y afloja permanente para mantener el orden y la disciplina. Y, así mismo, encontrar los momentos de alegría, de distracción, de saber compartir”, añade.

Julio César Rosero, exentrenador de la ‘Tri’ sub-20, manifiesta que Rodríguez sabe llegar con su discurso a los exponentes juveniles, eso se debe a que conoce las etapas de desarrollo de los muchachos. Su empeño no se queda únicamente en la cancha, sino fuera de ella. Habla con ellos de sexualidad, de lo negativas que son las adicciones y de otros temas necesarios de tratar.

Es de los que siguen de cerca a los elementos que forman parte de sus procesos y está pendiente de cualquier novedad relativa a ellos. Rosero relata que en 2009, cuando él era asistente técnico del combinado absoluto, Rodríguez tenía que viajar a un curso de la FIFA y le encomendó el aleccionamiento de la sub-15. Le dio detalles de la personalidad, fortalezas y debilidades de cada exponente, pautas que le facilitaron el trabajo con un grupo al que no conocía.

“Incluso me habló sobre lo mal genio que se ponía un futbolista de apellido Rentería, de muy buenas condiciones, pero con mala influencias de parte de su familia. Era tal como lo describió Javier: hábil, pero desordenado en el campo de juego”, rememora.

Esos detalles hacen que este adiestrador, de 45 años, se haya labrado el respeto a pulso. Situación que, a criterio de  Homero Mistral Valencia, aumenta la credibilidad de los dirigentes ecuatorianos en los técnicos locales.  

Pero en su camino, este aleccionador no únicamente probó las mieles de la victoria. Si bien clasificó a Ecuador al Mundial Sub-17 que se celebró en México en 2011, en el Campeonato Sudamericano de 2013 no consiguió el boleto al Mundial que se disputó ese año en los Emiratos Árabes. La ‘Mini-Tri’ de aquel entonces quedó eliminada en primera fase.

Ahora, tras la calificación de Ecuador al Mundial de Chile, Rodríguez cree posible que sus dirigidos conquisten el título sudamericano y lleguen a las instancias finales en la cita planetaria. Para acceder a la corona, el equipo de todos necesita doblegar a Argentina y que Paraguay derrote a Uruguay, y Colombia a Brasil. Los empates en los citados cotejos también le sirven.   

La de Chile será la cuarta presencia ecuatoriana en una cita universal para menores de 17 años. En Canadá 87 fue eliminado en la primera fase. En Ecuador 95 y México 2011 pasó a la segunda etapa, resultando apeado por Argentina, al caer 3-1 en suelo nacional, y por Brasil, tras perder 2-0 en territorio mexicano. La idea de José Javier Rodríguez es rebasar con creces estas presentaciones.