Diego Maradona, el eterno rebelde y enemigo de los ‘poderosos’ del fútbol mundial, nunca estuvo tan cerca de la FIFA como ahora. Eludiendo un pasado de confrontaciones e insultos, el ‘Pibe de Oro’ argentino asume de hecho el rol de “embajador en el mundo” de un organismo que busca reciclarse con un Mundial de 48 equipos y una imagen más fresca tras el sonado caso de corrupción que dinamitó sus cimientos.   

“Yo llegué a FIFA para limpiar la AFA (la Asociación del Fútbol Argentino, virtualmente en quiebra e intervenida por una comisión fiscalizadora).  Y lo voy a hacer. Si tengo que pisar cabezas, lo haré. No voy a perdonar nada a nadie”, dijo Maradona, estrella excluyente de la gala que entregó el premio “The Best” al portugués Cristiano Ronaldo el 9 de enero pasado.

Y subió la apuesta: “Yo ya le dije a (Gianni) Infantino (presidente  de la FIFA) que los de la comisión normalizadora (de la AFA) se van. De la misma forma que queremos una FIFA transparente, queremos lo mismo para la AFA. Infantino quiere que yo dé el último martillazo”, amenazó el excampeón del mundo con la Albiceleste.

Pero, ¿qué cambió en la conflictiva relación del ‘Pelusa’ con la FIFA? ¿Quedaron definitivamente atrás los rencores por su salida por doping del Mundial 1994 cuando acuñó su recordada frase “me cortaron las piernas”?  Esa frase aludía en forma directa a los miembros de la FIFA, comandada entonces por el brasileño Joao Havelange y secundada por el suizo Joseph Blatter, a quien Maradona tildó varias veces de “corrupto” aún antes de que se desatara el escándalo conocido como el Fifa-gate en el 2015.   

¿Y por qué ahora ‘El Diego’, como se lo llama cariñosamente en Argentina, se unió con los ‘poderosos’ cuando hace un año tildó de “traidor” a Infantino poco antes de su elección al frente de la FIFA en momentos que apoyaba la candidatura del príncipe Ali Bin al-Hussein, presidente de la Federación de Fútbol de Jordania? “Me parece que Maradona siempre quiso estar cerca de la FIFA, como asesor o lo que fuera, pero en las últimas décadas era imposible: su relación con Havelange y Blatter era peor que mala. Con Gianni Infantino tuvo altibajos en el comienzo de su relación, pero finalmente primó el sentido común”, dice a EL TELÉGRAFO Andrés Burgo, coautor del libro “El último Maradona”, que narra la historia del doping de la estrella del fútbol argentino en el Mundial de Estados Unidos 1994.  

Burgo, quien además escribió “El Partido”, sobre la historia del clásico Argentina-Inglaterra por los octavos de final de  México 1986, cuando Maradona convirtió el gol más hermoso de la historia de los Mundiales,  opinó  que esta “es una sociedad de la que todos salen ganando”. “La FIFA gana porque siempre es bueno tener a Maradona. Y Maradona también porque al fin está en un lugar en el que merece estar desde hace rato. Es muy raro verlo a Maradona como parte de la FIFA, pero hay que entenderlo por el cambio de autoridades”, subrayó.

El periodista y escritor añadió que esta nueva relación “es un enigma mayúsculo. Intuyo que su intención “mínima” será colaborar para el bien del fútbol argentino. Pero... ¿y si algún día quiere algún cargo mayor, por ejemplo el de presidente?” se preguntó Burgo.

Para Alejandro Wall, coautor de “El último Maradona” y autor de varios libros deportivos, el último de los cuales “Corbatta” (sobre la vida del fallecido futbolista Orestes Omar Corbatta), dijo que entre Maradona y la FIFA “ocurrió algo que él siempre reclamó: que lo escuchen, que lo tengan en cuenta”. “Infantino, en su búsqueda de cambiar la imagen de FIFA, lo hizo. Más allá de lo que haga internamente, al menos necesitaba maquillarla en los medios. Y neutralizó a un francotirador auténtico como Diego, que siempre está dispuesto a rasquetear esa credibilidad de cualquiera”, sostuvo Wall en una entrevista con EL TELÉGRAFO.

Y siguió: “también me atrevo a decir que hasta hay algo generacional. Havelange, Blatter y hasta (Julio) Grondona (el fallecido presidente de la AFA) tenían una edad paternal (y a la vez de carcamanes). Infantino es casi diez años más joven que Diego, quien le dedicó críticas a Infantino en su último libro sobre el Mundial 86 (“México 86, Mi Mundial, Mi Verdad. Así ganamos la Copa”). Pero Diego quiere ser influyente donde esté, le gusta jugar, no es prescindente nunca en nada. Y esta era su oportunidad, sobre todo desde el momento en el que vio la puerta abierta de la AFA, donde la FIFA empezó a tallar. Ahí apareció Diego con la idea de ser parte de la conducción de AFA. Esa fue su meta desde el principio. Y esa sola posibilidad de poder ser al menos parte del gobierno del fútbol hizo que se acercara. Esa posibilidad todavía está latente para Diego, como ya lo dijo en Suiza”, indicó.

Pero, ¿cuáles son sus reales intenciones?   Wall responde: “desconozco qué intenciones ocultas. Yo creo que Diego, aun con sus idas y vueltas, aun con sus contradicciones, es alguien que genuinamente se preocupa por el fútbol argentino. Y no hay muchas vueltas: quiere ser parte del fútbol argentino. Quiso ser entrenador de la Selección y lo fue. Y luego dijo que en Dubái era un exiliado. Desde ya que Diego quisiera volver a ser el entrenador de la Selección. No me atrevería a decir que todo esto lo hace para llegar a este lugar. Tampoco que quisiera ser presidente de la AFA, algo que no puede ser por estatuto. Pero sí tener algo que ver con lo que se viene. Ser un hombre de definición y de consulta. Diego no puede estar lejos, aunque viva en Dubái”. (I)

'Pelusa' llega a Nápoles para actuar en teatro

Diego Maradona llegó el fin de semana a  Nápoles, donde jugó desde 1984 a 1991, convirtiéndose en ídolo del Estadio San Paolo, y ayer tenía previsto presentar un espectáculo titulado “Tres veces 10”, en el teatro San Carlo. “Es emocionante ver cómo el amor para mí se transmite de padres a hijos. He visto jóvenes que no habían nacido cuando yo jugaba que lloraban porque se habían hecho una foto conmigo”, declaró Maradona a la cadena italiana Sky, antes de una conferencia de prensa de presentación del espectáculo.

Sobre el escenario de uno de los teatros más antiguos de Europa, el ‘Pibe de Oro’ debía interpretar el texto junto al actor italiano Alessandro Siani y a otros artistas.

La obra repasa su historia a través de textos recitados, canciones, imágenes y videos de otros ilustres jugadores que han vestido el número 10 en el fútbol italiano, como Baggio, Totti, Del Piero o Antognoni.

“No se trata solo de un espectáculo. Es la historia de lo que Maradona tiene dentro”, explicó en conferencia de prensa.

Antes de subir al escenario se lo esperaba a Maradona el domingo en el Nápoles-Pescara, pero el ‘Pelusa’ no acudió al estadio. El entrenador del Nápoles, Maurizio Sarri, le había invitado formalmente en una declaración pública. “Me gustaría más verlo en San Paolo que en San Carlo”, declaró Sarri el sábado. (I)

Datos

A Maradona le encanta sentirse protagonista. Infantino lo quiere como embajador en Sudamérica y Centroamérica. Esa función es como el anillo de bodas de un matrimonio que recién se consagra.

¿La presencia de Maradona en Suiza para los premios ‘The Best’ fue gratuita? ¿Cuánto cobra por su nuevo cargo? Diego aclaró que no llegó allá por el dinero. Infantino recalcó que a todos los futbolistas que fueron a la gala se les pagó el viaje y el alojamiento.  

Su fuerte acercamiento a los altos mandos de la FIFA, a la que siempre combatió, supone una búsqueda de mayor influencia, incluso a nivel local.