El delantero colombiano Teófilo Teo Gutiérrez, parece haber dejado atrás al niño terrible para liberar su rebeldía frente a los arcos rivales, forjándose como goleador del campeonato argentino y la apuesta de River Plate en la Copa Sudamericana.

"La ovación se gana con trabajo, con humildad, demostrando en la cancha el amor por la camiseta", dice Teo, que a sus 29 años sigue soñando con las grandes ligas europeas.

El delantero encontró su inspiración en el equipo del DT Marcelo Gallardo que brilla en el torneo argentino y avanza a paso firme en la copa regional.

Con diez goles en diez partidos jugados en las 13 fechas disputadas en el campeonato local, Teo ya es la estrella del equipo de la banda roja que acumula 28 partidos invicto.

Pese a no haberse lucido el domingo pasado frente a Rafaela, sigue siendo una de las cartas fuertes en River para enfrentar a Estudiantes el miércoles en el partido de ida de los cuartos de final de la Sudamericana.

"Gutiérrez recuperó el olfato y ya está arriba en la tabla de los goleadores. Teo no quería etiquetarse y ahora le tomó el gusto", señaló Horacio Pagani, autor de los libros "El fútbol que le gusta a la gente" y "El verdadero fútbol que le gusta a la gente".

De La Chinita al Monumental

Pero el "Teo10" atravesó varios sinsabores en su camino a enamorar a la hinchada millonaria.
El jugador se encomienda a Jehová y agradece sus logros a Dios en la red social Twitter, donde supera el millón de seguidores.

"En Argentina, Teo fue de alguna manera maltratado últimamente, porque él le dio mucho a los clubes y en algún momento fue cuestionado", dijo en agosto José Pekerman, el argentino que dirige la selección de Colombia y lo convocó al Mundial de Brasil 2014.

Según Pekerman, "Teo por su personalidad, muchas veces fue criticado. Al inicio de este torneo en River hubo cuestionamientos injustos hacia él", consideró.

Nacido el 17 de mayo de 1985 en Villa La Chinita, un barrio humilde de Barranquilla, Gutiérrez comenzó a jugar en segunda división con Barranquilla FC (2006 y 2007), pero debutó en Primera en Junior (2007-2009).
Tras un paso exitoso pero trunco por el Trabzonspor de Turquía en 2010, su única experiencia en Europa, se incorporó en 2011 a Racing de Avellaneda con un contrato de tres años, donde protagonizó recordados exabruptos.

Conquistó 11 tantos en el Clausura-2011, pero luego su rendimiento decayó y además sumó expulsiones, una de ellas por provocar a la hinchada xeneize en un partido contra Boca, que además le costó una multa.
En abril de 2012, otra controversia significó su fin en la Academia: fue expulsado en un partido contra Independiente, el clásico rival de Racing, que le valió el reproche de dos compañeros.

En medio de una pelea los amenazó con dispararles con un arma que exhibió y aunque no era verdadera, no hubo perdón.

Fue cedido a Lanús, donde pasó sin pena ni gloria y regresó a Colombia a esperar otra oportunidad, que llegó con la convocatoria a la selección cafetera.

En 2013, el Cruz Azul de México lo contrató por tres años, pero se fue antes de tiempo tentado por River.
En ese camino cosechó cinco títulos: Copa y Supercopa de Turquía (2010), Copa de México (2013), Torneo Final y Superfinal de Argentina (2014).

Rebelde con causa

"Admito que me equivoqué. Quiero dar un mensaje al mundo: Ningún niño debe usar armas, ni involucrarse en eso. Son errores que comete uno, como futbolista y como persona", dijo Teo en una reciente entrevista de La Garganta Poderosa, la revista que se define "de cultura villera" (barrio marginal).

En una producción fotográfica de la revista que se edita en Zavaleta, una barriada popular al sur de Buenos Aires que compara con su Villa La Chinita, Teo posó frente a una bandera de Cuba y una foto del guerrillero Ernesto Che Guevara.

Rebelde al fin, Gutiérrez confesó que si debiera "elegir un jugador argentino que me hace disfrutar del buen fútbol, ese es (Juan Román) Riquelme", que ahora juega en Argentinos Juniors, en la segunda división, pero es un emblema de Boca Juniors, el archirrival de River Plate.