La selección brasileña de fútbol femenino tardó dos jornadas en disipar las dudas que se cernían sobre ella, exactamente lo que tardó Marta en convertirse en máxima goleadora histórica de los Mundiales o Andressa Alves en derrotar a la selección española.

La Canarinha, después de dos fechas, ya está en octavos de final de Canadá-2015. Ya ha hecho los deberes y ha silenciado las críticas que sobrevolaban su concentración.

Brasil aterrizó en el país norteamericano con numerosas incógnitas: la principal, cómo se acoplaría Marta después de no haber participado en las eliminatorias ni en la pasada Copa América que su selección acabó ganando.

La respuesta a esa pregunta llegó pronto, más concretamente en la segunda parte del primer partido, cuando la atacante auriverde, de penal, se convirtió en la máxima artillera de la historia de los mundiales con 15 tantos.

Si aún quedaba algún escéptico, frente a España, este sábado, dejó dos detalles para la historia: un córner olímpico que no entró por milímetros y una gambeta en la banda izquierda más propia de una acróbata que de una jugadora de fútbol.

Marta aún no está a su mejor nivel pero está creciendo con el paso del torneo, y la mejor noticia para Brasil es que no ha necesitado su versión superlativa para ir derribando a sus rivales como si fueran castillos de naipes en medio de una tormenta.