Barcelona sigue en terapia intensiva. Es un equipo que no tiene ideas claras, le falta jerarquía y convencimiento. Es un cuadro limitado y los ataques que genera no representan peligro alguno para el rival.      

Esas falencias quedaron nuevamente a la vista ayer durante el partido que los ‘canarios’ perdieron 2-1 ante Atlético Nacional de Medellín en el estadio Monumental y que los deja al borde de la eliminación de la Copa Libertadores de América.

Los tantos del cotejo, por la tercera jornada, fueron del local Brahian Alemán (45 segundos) y de los visitantes Alejandro Guerra (66 minutos) y Luis Ruiz (90+5).   

Al equipo que dirige Rubén Israel casi se le acaban las vidas que tiene en este torneo continental. Se ubica en el último lugar del grupo 7 sin puntos, mientras que los ‘verdolagas’, como le dicen al Nacional, suman 5 unidades y son momentáneamente  punteros, a la espera del resultado del partido que disputarán esta tarde Libertad de Paraguay y Estudiantes de la Plata. Ambos equipos tienen 4 puntos.   

Barcelona está a punto de ser eliminado de la Copa porque difícilmente podrá superar a sus rivales de grupo. No tiene argumentos futbolísticos para hacerlo y eso quedó demostrado en estos partidos de ida. Más aún considerando que le resta visitar a Nacional en Medellín, a Libertad en Paraguay y recibir a Estudiantes de la Plata en Guayaquil.   

Los ‘toreros’ intentaron mostrar anoche una mejor cara y por momentos lo lograron. Fueron clave los regresos a la titularidad de Pedro Pablo Velasco y Matías Oyola, pero no fueron suficientes para contrarrestar a un equipo colombiano ordenado y que nunca renunció al ataque pese a que empezó el partido en desventaja.    

Aún no se cumplía el minuto de juego cuando el volante creativo uruguayo Brahian Alemán abrió el marcador tras un pase del argentino Ismael Blanco, quien aprovechó un error en la salida del cuadro colombiano. El tanto tomó por sorpresa a los visitantes y a los propios aficionados de Barcelona.

Los locales intentaron sostener el marcador presionando al rival en su propia cancha, pero Nacional buscó el modo para llegar al arco defendido por Máximo Banguera.

Después del minuto 25 del primer tiempo, los colombiano empezaron a jugar mejor. Controlaron el medio campo y proyectaron con más frecuencia a sus laterales al ataque. Barcelona volvió a pasar apuros defensivos, tal como ha ocurrido en otros compromisos.  

En la segunda etapa, Barcelona intentó adueñarse de la pelota. Pobló el medio campo para lograr ese cometido, pero Atlético Nacional lució más concentrado, compacto y sus ideas ofensivas fueron más claras que las del rival.

El empate 1-1 de los ‘paisas’ surgió de la banca de suplentes. Guerra, un mediocampista venezolano, convirtió a los 66’, 5 minutos después de que reemplazara al zaguero colombiano Francisco Nájera.  

El árbitro chileno Enrique Osses, cuestionado por su arbitraje en el duelo -en el que anuló 2  tantos-, se aprestaba a dar por terminadas las acciones al minuto 90+5, cuando emergió Ruiz para sellar la victoria con un soberbio cabezazo.

“Fue un partido bastante difícil. Tuvimos en contra casi todo el partido, pero logramos remontarlo”, declaró Ruiz, quien agradeció la presencia de hinchas ‘verdolagas’.

De esa manera, Atlético Nacional se alzó con un importante triunfo en su visita a Guayaquil y fortaleció sus aspiraciones de alcanzar los octavos de final del torneo luego de dejar escapar cuatro unidades. Antes había empatado con Libertad (2-2) y Estudiantes (1-1).

A los 90 minutos, los barcelonistas perdieron a Banguera, quien recibió una tarjeta roja al cometer una falta contra Jonathan Copete. Banguera salió apurado del área para bloquear un avance de Copete, que trepaba con mucha peligrosidad.

Damián Lanza entró al campo de juego, pero poco pudo hacer para evitar la quinta derrota consecutiva de su equipo.