Hace 28 años nació la famosa WWW, la World Wide Web, conocida en español como la red informática mundial. En este nuevo aniversario su inventor, Sir Tim Berners-Lee, ha hecho pública su profunda preocupación por los efectos que internet está causando en los miles de millones de personas que la usan diariamente.

Dice Berners-Lee que tres son los peligros.

1. Empresas y gobiernos están espiando a los ciudadanos y conociendo temas privados sobre ellos como son los relacionados a la salud, la sexualidad o sus creencias políticas y religiosas. Esto puede ocasionar graves atentados contra la verdadera libertad de expresión y una peligrosa manipulación de los internautas.

2. Es muy fácil difundir noticias falsas por la red. Las personas escogen las redes sociales para informarse y muchas de las noticias que encuentran son falsas. Además, mediante la Inteligencia Artificial y los algoritmos se saben las preferencias que tiene cada usuario y se teledirigen las noticias según sus gustos, así sean estas inexactas. Es un gran negocio para las redes, porque hay empresas que ganan dinero por cada clic que todos hacemos.

3. La manipulación política es cada vez mayor en el uso de la web. Utilizando sofisticados algoritmos se pueden enviar mensajes distintos sobre un mismo tema a públicos diferentes, aunque estos mensajes puedan ser contradictorios, con la única intención de conseguir su simpatía o su voto.

Lo más alarmante es que el propio inventor de la WWW dice que en los últimos 12 meses se ha vuelto cada vez más preocupado por el enorme mal uso que se está dando a las redes en internet.

El papa Francisco denunció duramente a los medios que estimulan la coprofilia (el interés por la basura) por el uso del escándalo y de la desinformación. Esto en las redes virtuales es un tema inmensamente más grave. Vemos cómo en Ecuador se está usando lo que en Argentina llaman ‘el carpetazo’, es decir, sacar hechos que ocurrieron hace mucho tiempo atrás y hacerlos aparecer como noticias actuales sacadas de contexto. Hay gente que tiene tendencia a la coprofagia, reitera metafóricamente el Papa,  por lo que se está haciendo mucho daño. La Real Academia Española define a la coprofagia como ingestión de excrementos.

Por su parte, el gran escritor italiano recientemente fallecido, Humberto Eco,  arremetió contra las redes en varias ocasiones diciendo que canales como Facebook o Twitter dan derecho de palabra a legiones de idiotas, y que en internet es difícil diferenciar la fuente acreditada de la disparatada, por lo que historias absurdas tienen un increíble seguimiento de navegadores y personas.

Lo cierto es que estamos casi todos viviendo una nueva era de la humanidad en muchos campos; posiblemente, el más crítico sea el de la comunicación, que abre puertas al conocimiento universal. Pero al mismo tiempo también se abren puertas a la desinformación, a la mentira que repetida infinidad de veces se convierte en verdad, a la difamación y a la utilización comercial de los ingenuos navegantes. Al igual que en nuestro interior, tenemos en los dispositivos virtuales (que ya se han convertido en una extensión de nuestro cuerpo y nuestra mente) oscuridades y claridades. Depende de nosotros, como en la fábula de los dos lobos que tenemos dentro, alimentar a la bondad, al amor y a la solidaridad, o a la difamación, a la mentira y la destrucción. Cada uno de nosotros deberá decidir a cuál de ellos alimentar. (O)