Jenny Villafuerte no le pide favores a Julieta Venegas, Ximena Sariñana o Natalia Lafourcade, recientemente galardonada con cinco premios Grammy Latino.

Le sobra talento, tanto sentada frente a un piano como con su guitarra electroacústica, el instrumento que habitualmente la acompaña en sus conciertos porque le resulta más portátil.

Con el tono grave característico de las cantantes contralto, que se contrapone al común denominador de intérpretes con registros altos de las mezzosopranos, su tipo de voz es poco habitual en las féminas y eso la distingue, además de que sabe cómo jugar con ese tono en canciones como ‘Mírame’, ‘Quédate’, ‘Agua’, ‘Dañino’, ‘No te encontré’ y otras. Y son canciones tan distintas una de la otra que, pese a ser pop, tienen una esencia de funk, jazz y bossanova.

Aunque algunas líricas de sus temas abordan más los desamores, rompe el molde casi que establecido de las baladas, con banda o simplemente con su guitarra de palo, para darles un aire más íntimo y puro.

Guayaquileña, nacida el 2 de abril de 1983, Jenny alista para marzo próximo su disco ‘Mírame’, cuya canción homónima en vivo tiene mucha influencia de bossanova. Con el punteo que ella hace con su guitarra, acompañada por la cadencia de bongós y otros instrumentos de percusión, más líricas con cierto toque de despecho, canta: “he podido ocultar mi dolor/ no es verdad que yo haya sido feliz/ te mentí”. A ese tipo de letras simplemente las describe como “romántico-poéticas. Escribo de todo, sin importar la circunstancia, quizá puede sonar alguna canción como trágica”, dice Jenny, quien también aprecia mucho la música nacional.

‘Quédate’, una de sus canciones que suena con frecuencia en las radios nacionales, data de hace unos cuatro años. Es una balada más pop, que se basa mucho en el rasgueo primero de las cuerdas más graves y luego de las más altas, acompañada por un bajo funk, una batería que le da un sonido más pop y hasta la sutileza del teclado que puede recordar a ciertas canciones de Charly García.

‘Invierno’ también deja entrever algo de funk, mientras que ‘Agua’ tiene guiños de blues y ‘En abril’ más suena a una balada jazzera, con saxo incluido.

Durante su paso por el colegio, la ex-Fábika Jazz y Vam Quartet Jazz, se graduó en la especialidad Químico-Biólogo más para complacer a sus padres que a sí misma porque desde los 12 años ya estaba aplastando las teclas del piano e involucrada e intercolegiales de canto. “Soy músico por convicción, no por novelería”, afirma tajante en referencia a que muchos quieren convertirse en artistas como recurso fácil para hacer dinero y obtener popularidad, pero con nula preparación.

Jenny se ha formado desde siempre. Parte de este proceso lo hizo en la Universidad San Francisco de Quito. Allí se graduó como licenciada en música contemporánea. También estuvo durante cuatro años en la Berklee International Network Member, en Lousville (Kentucky, Estados Unidos). Ahora imparte sus conocimientos en la Universidad Católica de Guayaquil.

“Viví durante ocho años en Quito y conocí a mucha gente del medio, entre ellos a los hermanos Felipe y Pancho Terán, y Jay Byron, de Contravía. Este último fue mi profesor en composición y armonía. Esos contactos me permitieron formar parte de proyectos como el ensamble vocal Solo Vox”, refiere Jenny, quien a los 16 años participó en el Festival OTI, en 1999, y desde hace 10 años dirige la banda de Pamela Cortés.

“Fui una de las últimas en mandar mi canción para participar. Me escogieron y ese año ganó Danilo Rosero”, recuerda la  docente de la Uniartes, que también compuso la canción  ‘Estoy buscando’ para la segunda temporada del reality PopStars.

Jenny considera que ha aprendido mucho de sus viajes, uno de ellos a Ucrania. “Fue muy anecdótico porque allá casi nadie habla español, ni siquiera en inglés”, relata la cantautora, quien recientemente grabó en Los Ángeles el tema ‘Como esta canción’, a dúo con Paulina Aguirre, para el disco ‘Frágil’, pero esa es otra historia. (I)