El cantante británico Tom Jones se encuentra fuera de peligro y abandonó ayer el servicio de urgencias del hospital de Mónaco después de haber sufrido un caso grave de deshidratación que llevó a los médicos a pedirle que suspendiera su actuación del sábado pasado en la capital del Principado.

Según un comunicado publicado en su página web, el estado de salud del artista de 71 años no es delicado y el cantante “no tiene problemas cardíacos, como se ha podido leer en algunos medios de comunicación”.

“Los médicos aconsejaron a sir Tom no dar el concierto en Montecarlo este sábado, como consecuencia de un caso severo de deshidratación”, agrega la web del célebre artista, caballero de la corona británica y autor de temas como “Sex bomb” o “It’s not unusual”.

La cancelación del espectáculo fue una gran decepción para el intérprete y para su banda, pues “se trataba de la última fecha de una gira de tres meses en la que en muchos momentos estuvo expuesto a fuertes calores estivales”, agrega la información oficial.

Su caso más crítico ocurrió durante su juventud en la que padeció de tuberculosis y estuvo en reposo por casi un año. Según el artista galés de padre minero, fue un tiempo muy crítico en que él trataba de superarse a sí mismo. El legendario artista británico aprovechó su recuperación para disfrutar con música y dibujos.

Jones, apodado el “Tigre de Gales”, sí pudo ofrecer, no obstante, un concierto en Mónaco el pasado viernes, la víspera de su ingreso en el Centro Hospitalario Princesa Grace, en donde aún permanece.