La intención expresada por Superman en su última aventura de renunciar a su ciudadanía ha disparado las  críticas  en EE.UU. contra el icónico superhéroe y la editorial DC  Comics, a la que se acusa de menospreciar al país.
 Las polémicas declaraciones del Hombre de Acero fueron publicadas en la edición número 900 de las historias de Superman,  que se puso a la venta el miércoles y no pasó desapercibida para los  fanáticos y para los sectores más tradicionales que ven en ese personaje  de ficción un abanderado de sus valores nacionales
 "Pretendo  hablar en Naciones Unidas mañana e informarles que renuncio a mi  ciudadanía estadounidense. Estoy cansado de que mis acciones se  interpreten como instrumentos de la política de EE.UU.", aseguró el  superhéroe tras ser recriminado por asistir en el cómic a una  manifestación en Irán contra el dirigente Mahmud Ahmadineyad.
 Las palabras puestas en boca de Superman por DC Comics fueron calificadas por publicaciones conservadoras como  The Weekly Standard como "la mayor tontería que DC Comics podía hacer",  al tiempo que se insistió en que lo "único realmente interesante del  personaje es su devoción completa a EE.UU. que establece sus límites  morales".
 Algunos seguidores del mítico héroe de ficción  expresaron su indignación en Internet, donde comentarios a la noticia en  publicaciones como Wired atacaban duramente la decisión de la  editorial.
 "Otro símbolo de la fuerza y la libertad de EE.UU.  que cae ante la corrección política", dijo un lector del medio, mientras  que otro invitaba a DC Comics a mudarse a China y había quienes  sugerían que la idea del héroe de origen extraterrestre era convertirse  en inmigrante ilegal.
 Para la publicista de Hollywood y  activista republicana Angie Meyer, esas manifestaciones supusieron  "además de una falta de patriotismo y respeto", una "inquietante  metáfora del actual estatus económico y de poder que tiene el país en el  mundo", comentó a la cadena Fox.
 Desde DC Comics se argumentó  que el plan del personaje a partir de ahora era dar un "enfoque global a  su batalla interminable, aunque siempre vaya a estar comprometido con  su hogar adoptivo y sus raíces de niño de granja en Kansas".
 Según The Hollywood Reporter, detrás de la declaración de intenciones de  Supermán está la voluntad de la editorial y de los estudios de cine  para consolidar al Hombre de Acero como un personaje trasnacional que  atraiga a un mayor número de audiencia y de taquilla en todo el mundo.
 Resulta significativo que el autor de la historia del número 900 de Superman y el guionista de la nueva película del héroe ("Man of Steel"), que se  va a empezar a rodar este verano, sea la misma persona, David S. Goyer.
 La historia de Superman ha estado ligada desde sus inicios en 1938 a EE.UU., con un traje que  evoca los colores de la bandera del país y con portadas como una de 1942  que se convertió en un símbolo de su patriotismo en plena Segunda  Guerra Mundial, cuando posó con el escudo de las barras y estrellas y un  águila en su brazo. 
