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Pueblo Nuevo refleja en crónicas cantadas sus melodías de inspiración social

En Pueblo Nuevo han pasado más de 40 miembros desde su fundación en 1975. Actualmente tienen 10 integrantes dirigidos por Miguel Mora, su fundador.
En Pueblo Nuevo han pasado más de 40 miembros desde su fundación en 1975. Actualmente tienen 10 integrantes dirigidos por Miguel Mora, su fundador.
Foto: cortesía Pueblo Nuevo
20 de junio de 2017 - 00:00 - Marco Piza

Si existe un grupo musical que ha sido testigo, pero también protagonista de la historia política de las últimas cuatro décadas en Ecuador, ese es Pueblo Nuevo.

Ya desde sus inicios en 1975, su conciencia social les permitió plasmar en melodías los anhelos de cambio en América Latina. Sus canciones son parte de la banda sonora nacional, pero sus integrantes más bien las definen como ‘crónicas cantadas’ de diversos acontecimientos. Ahí están ‘Paquisha’, un himno patriótico del año 1981; ‘Cómo será la patria’, entre otras.

Por su aporte a la cultura nacional, los integrantes de Pueblo Nuevo recibieron la condecoración al Orden Nacional ‘Al Mérito’ en el Grado Oficial por parte del expresidente  Rafael Correa, el pasado 18 de mayo en el Palacio de Carondelet. 

Un reconocimiento que Miguel Mora Witt, director y fundador de la banda, señala que les llegó “en un momento vital por los 42 años de su trayectoria”. Ellos también aprovecharon la ocasión para entregarle la canción ‘Por siempre’ al exmandatario, como un agradecimiento a su gestión en sus 10 años de Gobierno (2007-2017).  

Pero el acercamiento de Pueblo Nuevo a la política, tampoco es nada ‘nuevo’. Ese fue el contexto en que se gestó en 1975, cuando en las aulas de la Facultad de Medicina de la Universidad Central, tres lojanos y tres quiteños, además de sus sueños, juntaron también instrumentos para ejecutar sus primeros cantos a ritmo del folclor latinoamericano, e influenciados por la lírica de ‘protesta’ de ese tiempo por la represión de las dictaduras militares en el  Cono Sur.

Pueblo Nuevo nació con Miguel Mora Witt, Jorge Ortega y Hernán Sotomayor, de Loja. Y los capitalinos fueron Miguel Sánchez, Fabián Rodríguez y Jorge Mosquera.

Como estudiaban Medicina, su pasión musical les motivó a cambiar la anatomía por la geografía, primero dentro del país, y luego al exterior, en países como Perú y Bolivia en sus primeros shows. “Actuábamos en peñas, fábricas, y sindicatos”, recordó su fundador.

Su influencia venía del folclor de grupos como Los Chalchaleros, de Argentina; o de Inti Illimani, de Chile, que consolida su línea musical, y les permite debutar en 1978 con un disco de acetato de 45 rpm, con su clásico ‘Atajitos de caña’, compuesto por Hernán Sotomayor.  

Tiempo después, les llegó un quiebre muy importante, la fusión con el grupo Arawa, que lo integraban  Galo Mora (hermano de Miguel) y  Ernesto Guerrero.

Pueblo Nuevo siempre se identificó con los grupos políticos de izquierda, como el FADI y el Partido Comunista. Hasta que produjeron su primer long play (LP), titulado La historia de la patria mía, en 1980. “Un álbum comprometido,  con temas propios”, recalcó Mora.

La inspiración, además de política, también vino de la poesía, a través de los  poemas y textos de Benjamín Carrión, Jorge Enrique Adoum, y Pedro Jorge Vera.

Disco a JJ

Así, de la poesía pasaron a un homenaje al cantante guayaquileño Julio Jaramillo, que se materializó en su disco Pueblo, Fantasma, y Clave de JJ (1988), que es el nombre de un poema del fallecido periodista Fernando Artieda. 

Lo hicieron para destacar la figura del ‘Ruiseñor de América’ a nivel nacional, pues su música estaba solo en los sectores populares, y con cierto rechazo en las élites.

“Es que en nuestros viajes al exterior nos dimos cuenta de que JJ era un personaje de quien muchos países se habían apropiado, y lo reclamaban como suyo, hasta había peleas por eso”, recuerda entre risas Mora. Para ese tributo, Pueblo Nuevo grabó ‘Fatalidad’, ‘Nuestro juramento’,  ‘Cinco centavitos’, entre otros en su estilo. 

Aquello fue una experiencia discográfica que para su exdirector musical, Julio Bueno (1983-1989), marcó una época, porque permitió “la recuperación de la imagen de JJ”.   Bueno resalta de Pueblo Nuevo  su evolución, y observa que ha tenido varias etapas: La folclórica, la de la nueva canción, y ahora con la música popular latinoamericana contemporánea.

Agregó que por su entusiasmo podrían llegar a los 60 años de vida artística. “De los miembros originales, solo queda Miguel, el resto se fue incorporando”. 

Es que la historia de Pueblo Nuevo hace honor a su nombre, pues por la cantidad de integrantes que han pasado, -más de 40-,  ya son un ‘pueblo’ numeroso, en el cual sus habitantes, sea residentes fijos, o de paso, han dejado su huella musical. Y ‘Nuevo’ por su renovación.  

La banda actualmente está formada por diez integrantes. Ellos son: Ernesto Guerrero (viento y guitarras); Alberto Guerrero (voz principal); Ricardo Sempértegui (batería); Rolando Valladares (pianista y director musical); Carlos Pizarro ‘El Pantera’ (percusión); Luis Freire (voz); Juan Paredes (voz); Miguel Mora (guitarra y voces); Francisco López (bajo), y Germán Ati (guitarra, charango y vientos.)

Proceso político y musical

A Miguel Mora no deja de sorprenderle lo que Pueblo Nuevo vivió en los 10 años al lado del expresidente Correa. “Siempre habíamos estado vinculados a la izquierda. Pero con Rafael fue un quiebre vital, en Ecuador y en América Latina”.

Por ello, la Revolución Ciudadana también fue inspiración en sus temas ‘Cómo será la patria’, (en 3 versiones), ‘30 de Septiembre’, y ‘País’, y otras.

“Es un sueño cumplido. Uno mira al pasado, y ahora vemos las conquistas, y las acompañamos con canciones”. 

La agrupación también acogió a extranjeros que vinieron al Ecuador. Es el caso del cantante Juan Paredes, de origen chileno, quien llegó a Quito en 1975. “Vine desde Chile huyendo de la dictadura militar. Conocí a Miguel Mora. El  grupo ya estaba formado, pero igual comenzamos a trabajar en  versiones  de Víctor Jara, Mercedes Sosa y otros”.

Para Paredes, los inicios fueron una época llena tanto de música y militancia política, por las inquietudes juveniles de esa época. Pero también hubo espacio para el romanticismo en temas como ‘Atajitos de caña’, o ‘La cajita de música’. 

Luego de 42 años, el cantante considera que los últimos diez años han sido los más importantes que ha vivido en Ecuador, por los cambios experimentados. “Al Ecuador le dieron vuelta como a una media en este tiempo. Sin Rafael Correa no hubiera pasado nada”.   

Uno de los momentos que Paredes recuerda con nostalgia es el festival  ‘Todas las voces todas’ (1996), organizado por el fallecido pintor Oswaldo Guayasamín, y en donde Pueblo Nuevo compartió con artistas como León Gieco, Piero, Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, entre otros exponentes.

Para Paredes, su vigencia  también se debe a la tecnología. “Pasamos del acetato de 45, al long play, el CD, el MP3, y ahora el internet y las redes sociales”.

De ese modo, siendo poetas, cronistas, o cantores que opinan, Pueblo Nuevo ha dejado una huella expresada en clásicas melodías que podrían narrar la  ‘Historia de la patria’. Ellos aún sienten que tienen mucho por lograr, porque como les diría Víctor Heredia “Todavía cantamos”. (I)

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