Desde 1947, miles de artistas de diversas partes del mundo se dan cita en el ‘Edimburgo Festival Fringe’, que se celebra anualmente en agosto en Escocia y que reúne a millones de visitantes, procedentes de varios países.

Allí la música y el teatro, en sus múltiples expresiones y géneros, se ponen en escena a través de 50 actuaciones, en 299 lugares cerrados o al aire libre, convirtiéndose en el  festival de arte más importante del mundo.

Este año, y por primera vez en la historia del festival, un ecuatoriano forma parte de la agenda principal de espectáculos.

Se trata del quiteño Siegfried Tieber, quien fue invitado al festival, tras su paso exitoso por el Magic Castle de Los Ángeles, uno de los más importantes de su género en Estados Unidos.

“Este es uno de los momentos más importantes de mi carrera, por la trascendencia que tiene este festival a nivel mundial y como ecuatoriano es todo un honor porque llevo conmigo toda la esencia de lo que somos como país y su gente”, comentó para EL TELÉGRAFO el artista de padre austriaco y madre colombiana, de quien sacó el “pelo crespo, churrón”.

Su historia comenzó hace 10 años, cuando recién había salido del Colegio Alemán, por lo que considera que empezó tarde en la magia y no desde la infancia, como la mayoría de magos famosos. “Un amigo del colegio me prestó un libro de magia. Ya no me acuerdo por qué me lo prestó y ni quién me lo prestó, pero todavía lo tengo porque con él aprendí mis primeros trucos”, relata el artista de 28 años.

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Mientras sus padres lo inscribieron en la carrera de ingeniería mecánica en la Universidad San Francisco de Quito, Siegfried a escondidas practicaba los pequeños trucos del libro, como aquel conocido de adivinar la carta.

“Lo practiqué por meses y cuando se lo mostré a mi familia y todos se quedaron sorprendidos y estusiasmados, supe inmediatamente que eso es lo que quería hacer”, comenta el ilusionista, quien terminó sus estudios universitarios mientras realizaba pequeñas presentaciones en público y aprendía nuevos trucos de los magos Issac Yépez y Andrés Castro (+).

Desde Edimburgo, el artista revela que varias personas han sentido curiosidad por su arte y han pensado que está relacionado con la magia negra o blanca.

Asegura que en sociedades como la europea o estadounidense saben que se relaciona con el ilusionismo y es pura ficción.

Es por eso que tomó la decisión de migrar a Los Ángeles para perfeccionar su destreza artística y vivir de ello. “Antes de irme a Estados Unidos ya hacía magia en Ecuador, pero no era suficiente. Tenía que capacitarme más y buscar un entorno más acorde con mi profesión. Y lo conseguí en Los Ángeles. Aquí sí puedo decir con honestidad que vivo de mi arte, se gana bien, pero se gana porque hay que saber vender tu talento y ser profesional en todo momento”.

Tieber se presenta en varios clubes de ilusionismo en Los Ángeles y sus alrededores, como el Castle Magic, que es uno de los más importantes de esa ciudad. “He desarrollado más de 200 trucos de magia y actualmente en mis presentaciones hago 27 juegos, como el show ‘Mágiko’ que estoy haciendo en Escocia y que la gente disfruta mucho”.

‘Mágiko’ es un espectáculo unipersonal que combina elementos de una obra tradicional de teatro con actos de ilusionismo, en los que interviene el público. “Este es un show altamente interactivo que muestra esa división formal entre el artista y el público que se desvanece y esto hace que todo se vuelva más real, pero al mismo tiempo mágico”.

Siegfried Tieber tiene previsto visitar Ecuador el próximo octubre para ofrecer una serie de presentaciones, de las que no pudo adelantar más detalles. (I)