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El helado negro Taiyaki aterriza en Madrid
En los últimos días han caído copos de nieve en más de un punto de la geografía española donde las nevadas son muy poco comunes y, aunque con estas temperaturas, el cuerpo pida más caldo que helado, hay estudios que aseguran que consumir bebidas y alimentos fríos en invierno es una sabrosísima a la par que efectiva manera de aclimatarse.
El motivo definitivo para hacerlo justo ahora llega porque una de las heladerías más exitosas de Madrid estrena carta y lo hace con un helado que ya triunfó en Los Ángeles, California, no solo por su sabor y sus propiedades, sino porque sus creaciones son una auténtica fuente de likes.
El taiyaki con el que La Pecera se ha convertido en una de las heladerías más famosas de la capital, es el helado de origen japonés que ha provocado más colas en la calle Velarde que la pop up de Stranger Things, que se viste ahora de negro para gozo de los foodporn lovers (amantes de la comida) en edición limitada: solo durante este mes.
Propiedades detox
La versión más dark de este instagrameable helado con forma de pez es además la más sana: el helado Black Charcoal está hecho a base de carbón activado, un ingrediente de origen vegetal con propiedades detox que ha conquistado a los foodies estadounidenses y asiáticos, y ahora llega dispuesto a cautivar nuevos paladares con su sabor orange cream, elaborado con aceite esencial de cáscara de naranja y ligeras notas de nata.
Tras arrasar en Asia y EE.UU., como los de Little Damage, este helado artesanal combina a la perfección con chocolate fundido, honeycomb (falso panal de abeja realizado con caramelo y miel), toffe o galleta de mantequilla.
Origen
Los taiyakis nacieron en 1909, en la confitería Naniwaya, ubicada en Azabu (Tokyo). Se preparan con una masa que está entre la tortita y el gofre con forma de pez y que, originariamente, se rellenaba con alubias dulces.
Al llegar a Estados Unidos se convirtió en una tendencia gastronómica.
Los creadores del taiyaki son los hermanos Luis y Miguel Aliff junto con Giuseppina Palladino, que tras conocer estos helados en Nueva York pensaron que en Madrid podrían tener un espacio.
En La Pecera de Madrid adaptaron la receta tradicional japonesa a los gustos del mercado español. (I)