Elías, Judah, Josua, Cristo, Israel, Aarón y Josué son siete hermanos españoles, fornidos, bien parecidos y cada uno con un talento. Pedro Vivancos es el padre de ellos, un semental que fecundó a varias mujeres a finales de los años setenta y llegó a tener 39 hijos.

Aunque los siete hermanos son hijos de diferentes madres, su padre los mantuvo juntos y crecieron en un entorno con una educación artística multidisciplinar. Y aunque han asistido a conservatorios de música y tomado clases de baile en escuelas particulares, recalcan que su padre fue quien los inculcó desde pequeños y fue su maestro, dejándoles en herencia su pasión por el arte tras fundar la Quántico Independent School (Vancouver, Canadá), donde enseñó a sus hijos todo lo que sabía sobre danza, técnicas circenses, instrumentos musicales, artes marciales, flamenco y gimnasia deportiva.

“Nuestro padre fue nuestra inspiración en el arte, era nuestro ídolo artístico, todo se lo debemos y el espectáculo que hacemos es un homenaje para él y a la vida que hemos tenido porque si no hubiésemos tenido el apoyo desde niños creo que a la final hubiese sido como un juego para nosotros”, dijo Elías al hablar de su padre, quien falleció hace unos 16 años.

Cada uno de estos hermanos ha colaborado para las más importantes compañías de danza en España y en distintos países, pero tras ser parte del Circo del Sol decidieron seguir el camino del flamenco, es por eso que en el 2007 unieron sus carreras profesionales y crearon su propia compañía Los Vivancos, luego de recibir una larga formación en el arte, danza y música.

“Desde pequeños siempre hemos compartido, tuvimos el sueño de trabajar juntos y compartir las experiencias de la vida uno al lado del otro”, comentó Israel.

Su primer espectáculo ‘7 Hermanos’, que ha sido producido, dirigido y coreografiado por Los Vivancos, incluyó melodías compuestas por ellos.

Los hermanos Vivancos han actuado en más de 35 países superando el millón de espectadores en todo el mundo y han sido invitados a importantes eventos internacionales por personalidades y artistas, como Antonio Banderas o la Princesa Estefanía de Mónaco, entre otras.

Entre los reconocimientos que han recibido están: Festival International du Cirque de Monte-Carlo como ‘Mejor espectáculo’ y ‘Mejor interpretación’, premio a ‘Mejores bailarines’ en el Certamen Coreográfico de Flamenco y Danza Española de Madrid, premio a ‘Mejor coreografía’ en el Certamen Coreográfico Nacional Ciudad de Castellón, y otros.

“Somos bailarines y nuestro instrumento es el cuerpo, cada día trabajamos fortaleciendo los músculos en las máquinas, un poco de boxeo o con ejercicios duros, pero el resultado lo compensa”, dice Judas, y confiesa que es quien pasa más tiempo en el gimnasio, cuatro días a la semana, entre una hora y media o dos por cada día, dependiendo si no están en giras.

Ahora Los Vivancos se encuentran en plena gira de su nueva creación Aeternum Flamenco, un espectáculo de baile y visual que cuenta con la asesoría artística de Daniele Finzi Pasca (director y creador de Corteo del Circo del Sol) y Julie Hamelin (cofundadora del Cirque Éloize,), además de la producción musical de Fernando Velázquez (compositor de la banda sonora de El Orfanato) y la colaboración de la Orquesta Sinfónica de Budapest, que ha grabado las partituras de este nuevo espectáculo.

Las presentaciones por América arrancaron el pasado 20 de marzo, con fechas programadas en El Salvador, Guatemala, Costa Rica y hoy lo harán en Quito. El Teatro de la Casa de la Cultura es el sitio escogido para este show, que empezará a las 20:30.

Son siete hombres, pero siete estilos y siete personalidades distintas, según comentan, y como dicen que no les gusta echarse flores, prefieren que sus hermanos sean quienes digan cómo son cada uno y cuáles son sus virtudes.

Reconocen que Elías toca muy bien el violonchelo, casi suspendido en el aire, “es la voz de la compañía y se ocupa mucho de la literatura y la palabra de Los Vivancos, si no estuviera él no habría entrevistas”, agregan.

A Judah, que combina reminiscencias de street art (arte de la calle) y breakdance (baile urbano) con el purismo flamenco, lo definieron como un hombre muy culto. “Por eso lo llamamos el google de la compañía porque todo lo que le preguntamos lo sabe y lo corrige, muy sensible y creativo también”, dicen.

Aarón es el ambicioso del grupo, “muy creativo, con mucha fuerza y con ganas de vivir al ciento por ciento”, señalan.

Israel por su parte es el hombre fuerte, preocupado mucho por sus músculos y mantenerse en forma. “Tiene mucha fuerza física, muy rápido y preciso en las coreografías y la flauta, rara vez se equivoca y come como tres hombres, por eso llegó a Ecuador y se comió tres platos”, indican.

Cristo en el escenario aporta un toque estilizado y clásico “es un gran showman y roba las miradas, mientras que Josué roba las mujeres”, cuentan entre risas.
Acotan que Josua “es muy organizado a nivel de fechas y números, por eso está pendiente de los contratos”.

Josué en escena recuerda a los gladiadores romanos con su técnica purista, es el más joven, “muy creativo, escribe mucho y le encanta dormir”.

Algo en lo que se parecen todos es al momento en salir de compras, pues les encanta vestirse bien y como ellos dicen “comprar ropa buena”.

ENTÉRATE

Este grupo de bailarines tiene 32 hermanos. Su padre fue quien les enseñó sobre danza, técnicas circenses, instrumentos musicales, artes marciales, flamenco y gimnasia deportiva.

En el 2007 unieron sus carreras profesionales y crearon su propia compañía luego de recibir una larga formación en el arte, danza y música.