“La comedia debe evolucionar en tv”
Los cigarrillos y los vasos con licor aparecen difuminados. También las armas y las señales que pudieran interpretarse como obscenas.
En la televisión ecuatoriana se ha dispuesto una censura que va más allá de la franja de horario familiar, pero es en este medio que surgieron contenidos, programas, comedias que se consideran agresivas, vulgares, machistas u homofóbicas.
Algunas, como las de los personajes Michy (interpretado por Víctor Aráuz) y Melo (David Reinoso), llegaron al teatro y, ahora que incursionan en transmisiones en vivo, han vuelto a suscitar debate.
Esta semana, el actor Diego Ulloa –miembro del elenco cómico de Enchufe Tv, pero también de montajes dramáticos como la adaptación de Rabia– les hizo una diatriba en Instagram.
“Mich y Melo 2 - Más activas..., perdón activistas” fue el título de la obra que por segunda vez había llegado a las tablas del Teatro Fedenador, en Guayaquil. Con las butacas llenas (el aforo es de unos 900 espectadores), ambos personajes alternaron una rutina que se desprende de sus actuaciones pasadas en la tv, sketches cuyo argumento apenas ha mutado a través de los años. Fue con fragmentos de esas funciones que Ulloa editó su crítica.
El actor quiteño arranca diciendo que “el tema de la existencia del personaje la Michy le molesta desde hace tiempo”, y que sus comentarios incluirán a la Melo y al tipo de comedia que hacen Aráuz y Reinoso.
De hecho, el 30 de mayo la productora Rompe Kabezas (RK) hizo una transmisión por la plataforma Zoom del show stand up “La Michy en Cuarentena”, en la que se repitieron los estereotipos que contiene la comedia grande.
Para Ulloa, el trabajo de Aráuz es ofensivo. Y no es el único que piensa eso: varios colectivos han criticado las formas en que Michy y Melo parecen representar a los gays, con diálogos e insistencia en la torpeza, debilidad, hipersexualidad y una suerte de elitismo burdo.
El elenco, además, está compuesto por Tita (Christian Maquilón) y Yuri (Diego Naranjo), entre bailarines que se alternan en dos grandes actos a lo largo de casi dos horas de función.
Pero los fragmentos se ven más violentos de lo que son fuera que dentro del contexto de la obra. En especial la escena en que Yuri –un hombre viejo que pretende estafar a los coprotagonistas haciéndose pasar por homosexual– llama “maricón de mierda” a Melo cuando se le acerca demasiado, un giro que casi lo desenmascara como villano.
A Ulloa le llamó la atención que esa escena provocara risas porque es “triste, violenta, hecho v...”.
¿Por qué Víctor sigue haciendo este personaje?, se pregunta apelando a su formación. Aráuz ha alternado también en el cine, con interpretaciones como la de Víctor, el escritor de la película Agujero Negro.
Aunque los dos actores interpelados no habían omitido las bromas para responder a las críticas, ayer Víctor Aráuz hizo una réplica seria desde su cuenta de Instagram.
“Estos días no han sido fáciles”, dice el también director antes de opinar que ha habido oportunismo de varios sectores al tratar el tema.
Retomó el personaje Michy luego de unos cuatro años de su estreno, para Pop Up (microteatro) y luego en un gran escenario. Habrá una trilogía, contó, pero también que trabajarían en un libreto distinto al de las dos primeras funciones. “Con grupos que muestren la diversidad de personas y preferencias”.
Su idea era terminar con la Michy (“no quiero hacerla para siempre”, reitera) en una tercera parte que se aplazó por la cuarentena. El show a través de Zoom seguirá en su plataforma, “no se bajará por ningún motivo”, dice Aráuz.
¿La comedia debe evolucionar?
“Sí, estoy convencido”, se responde Aráuz en la suerte de monólogos que son estas apariciones en IG. “Estoy dispuesto a hacer cambios radicales en el próximo show (...), nunca podrás complacer a todos, y no dejaré de hacer comedia”, concluye.
Reinoso, que se dio a conocer exclusivamente en televisión con personajes que redundan en estereotipos (raciales, de pareja, una leve caricaturización política o contra propios personajes de tv,) confirmó a este diario que la tercera función de Michy y Melo será su despedida.
Pero no dio declaraciones sobre el libreto y sus efectos: “prefiero callar, nada de lo que diga va a servir, aunque no estoy de acuerdo con las críticas”, dijo. “Íbamos a cerrar la saga, mientras volvemos haremos cosas on line”.
Diego Naranjo (Yuri) tiene una trayectoria más amplia, también en el cine, teatro y la tv. Encarnó a Galo en el filme Cenizas. Un padre que se reencuentra con una hija en una sociedad tan cerrada como los efectos de un volcán: el silencioso peligro de un tabú que puede erupcionar en cualquier momento.
El tabú es la violencia intrafamiliar, el abuso sexual de padres contra hijas sobre el que suele ceñirse un velo que cubre de impunidad este tipo de delitos.
La interpretación es de una calidad tal (solitario, a veces indiferente, también sobreprotector), que se distancia del “malo de la película” para mostrarse como un ser apacible tras un crimen cometido hace décadas.
¿Cómo decidió participar en una comedia de un villano fácil y obsceno como Yuri? “Mi vida es actuar, es mi profesión –responde por teléfono–; Dustin Hoffmann pudo haber actuado en una película con un personaje X y otro, hasta opuesto, al vestirse de mujer, o lo que sea”.
No sabe si habrá una nueva función de Michy y Melo; “fui contratado para las anteriores, ahora no estoy muy involucrado”, suelta, consciente de la “diferencia diametral” entre la comedia teatral y el filme dramático citados.
“La vida de un actor es esa: interpretar diferentes papeles, aunque no seamos grandísimas figuras sino unos más en el sistema cultural”.
En redes se ha exigido la cancelación de los shows de Reinoso o su control, también se ha abogado por la libertad de la ficción.
La productora de cine Isabel Carrasco da una clave para la televisión: “como no se ha renovado en tres décadas, eso no pasará si a los propietarios les sigue interesando solo el negocio; no los contenidos. El humor que más se renueva cambió de plataforma”. (I)
