Según definen los diccionarios, el vocablo ‘intuición’ se refiere a la capacidad de entender algo de inmediato sin necesidad de un complejo razonamiento. Más bien con sencillas, pero evidentes señales.  

Y claro, de aquello deriva la popular expresión ‘intuición femenina’. Ana Paula Pérez, a sus 19 años, entiende eso cuando canta estribillos como “no finjas/ se te nota/ cuéntame otra historia/ mi sexto sentido dice no...” o “dices que estoy loca/ porque le hago caso y es más fuerte la intuición”.  

Y los suelta con un tono vocal que está entre mezzoprano y soprano, acompañada por una combinación de chachachá, con mambo, pero encaminado hacia el pop latino, a través de instrumentos de viento como trompetas y trombones, más percusiones como bongós, congas y timbales.

La fusión de esa voz con la instrumentación le da un toque de personalidad arrolladora en el personaje que interpreta la debutante cantante guayaquileña, de quien heredó el talento familiar. Pues quienes conocen que el cantautor Nerio David Pérez es su padre y que Ana Buljubasich, la conductora de programas de variedades, es su madre, no necesitan un complejo razonamiento para intuir que la hija de ambos, tarde o temprano, desarrollaría su gen artístico (aunque no es una regla establecida de quienes nacen en un ambiente que tiene que ver con el espectáculo. Sin contar que las cantantes Mariel Córdoba y Carolina Aguirre son tía y prima de Ana Paula).

No obstante, se autodescribe como una persona tímida, aunque eso cambió cuando llegó a la academia de canto del argentino Sebastián Mellino, de programas como Código Fama o Latinoamerican Idol y responsable del éxito musical de la serie Violetta, protagonizada por Martina Stoessel.  Ana Paula no parece tímida y más bien habla con mucha soltura, tanto que ya intuye las preguntas que le harán acerca de su naciente carrera artística. “Crecí en un ambiente musical, pero como era muy tímida como para mostrarme en público, mi mamá le preguntó a Pablo Granados (su amigo desde el show Granados en pijamas) sobre qué hacer con esa situación y él hizo el contacto con Sebastián. En su academia, más que enfocarse en el canto, su objetivo es buscar el artista que hay dentro de cada aspirante que se inscribe. Viajé hace año y medio a Buenos Aires donde permanecí tres meses. La carrera en sí es de cuatro años, pero hicieron una excepción conmigo a través de un intensivo”.

Allá tuvo la oportunidad de audicionar para algunos proyectos, entre ellos ‘Dar la nota’, que es un karaoke  televisivo que califica al participante si desafina o si tiene algún otro defecto técnico. Cuando Ana Paula participó en el casting, optó por las canciones de Ariana Grande, una  de sus artistas referentes, al igual que Beyonce, Taylor Swift, Fanny Lu y Fonseca. Aquella grabación llegó a manos de Edgardo Díaz, creador del grupo Menudo, quien conoció a la madre de Ana Paula durante su paso por Ecuador. Después el video fue visto por William Luque, productor venezolano (de Chenoa, Carlos Baute y más) que vive en España y compuso ‘Intuición’, la canción con la que la estudiante de artes escénicas de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) se lanza como cantante.

“Él nos llevó la maqueta instrumental para que yo cantara sobre ella. Al principio no sabía con qué género iniciarme, pese a mis influencias, y fue él quien me asesoró con el pop latino fusión que tiene ‘Intuición’. Mi voz se grabó en Guayaquil, pero la producción se hizo en Caracas, con los percusionistas de Chino & Nacho; Madrid y Londres, donde se masterizó. La canción, que aborda el sexto sentido de las mujeres para detectar cuando un hombre quiere jugar con sus sentimientos, ya tiene un video también rodado en España con la productora M3 Filmes”. Y aún hay más. Tiene tres canciones -entre ellas, baladas- que por el momento mantiene en reserva. (I)