Existen expresiones tan únicas que al escucharlas simplemente nos recuerdan a un determinado personaje. Y ese es el efecto que causa el “no hay problema” que ALF perennizó durante los 102 episodios de la comedia de situaciones homónimas que la cadena NBC transmitió entre el 22 de septiembre de 1986 hasta el 24 de marzo de 1990 (en Ecuador se vio a través de Teleamazonas).

Y cuando ALF lo decía realmente había problemas porque este inquieto y felpudo alienígena causaba alborotos a los Tanner, la familia que lo adoptó cuando quedó abandonado en la Tierra, situación de la que Tom Patchett parodió de E.T: The Extraterrestial que en 1982 había hecho famosa Steven Spielberg.

ALF, aunque fonéticamente pareciera un nombre americanizado para un extraterrestre, era en realidad el sobrenombre que recibió de los Tanner. ALF, según la idea de Patchett, su creador, es la sigla de Alien Life Form (Forma de vida alienígena) e incluso el nombre que este personaje utilizaba en su desaparecido planeta Melmac es Gordon Shumway.

Huyendo de su planeta que estaba a punto de explotar (porque todos los habitantes de Melmac enchufan la secadora de pelo al mismo tiempo), ALF viaja perdido por el espacio durante un año hasta que sigue la señal de radio proveniente del planeta tierra, estrellándose en el garaje de los Tanner.

Willie (Max Wright), un trabajador social, es el patriarca de la familia. Con él viven su esposa Kate (Anne Scheeden), sus hijos, Brian (Benji Gregory) y la adolescente Lynn (Andrea Elson).

Ante la sorpresiva colisión y llenos de confusión, los Tanner meten a su casa a ALF y lo ocultan de una división militar que está encargada de la vida extraterrestre. El otro problema de los Tanner son sus entrometidos vecinos (Trevor y Raquel Ochmonek, interpretados por John LaMotta y Liz Sheridan), hasta que él pueda reparar su nave espacial e irse.

Tras cuatro temporadas este alienígena de cuatro dientes, gran hocico, nueve estómagos (suficientes para comerse a Suertudo, el gato de los Tanner) y una edad que sobrepasa los 300 años, ALF está a punto de regresar a casa. En el episodio final, que se dividió en tres partes, debía ser rescatado por Skip y Rhonda, dos melmacianos sobrevivientes que han estado vagando en el espacio; pero en lugar de eso, es capturado por los militares, con la intención de dejar abierta la expectativa para una quinta temporada que nunca llegó por falta de presupuesto.

Lo que pocos no saben, es que la media hora de diversión que transmitía la serie era opuesto a la realidad. Para grabar un episodio de 30 minutos los productores se tomaban entre 20 y 25 horas, lo cual fastidiaba a los actores principales, especialmente porque ALF era un títere manejado por Paul Fusco, Lisa Buckley y Bob Farpianno. El primero controlaba la boca, cabeza y uno de los brazos; la segunda se encargaba de su otra extremidad, mientras que el tercero era el responsable de las orejas y movimientos faciales de ALF.

Sin embargo, en la intro del programa se veía al alienígena corriendo de cuerpo entero o en la fotografía familiar. Para esos casos se recurrió al ahora fallecido actor enano Mishi Meszarus, de 83 centímetros.

Como fuere, ALF forma parte de esos recuerdos de la infancia y adolescencia de quienes ahora sobrepasan los 35 años de edad.