Son las 15:30, algo agotada llega María José Córdova Guerrero, de 16 años, a la escuela de formación artística Alenza, ubicada en el sur de la ciudad de Guayaquil.

Se sienta y hace sus tareas escolares mientras sus compañeros llegan a los ensayos de una obra teatral. Para ella, estos minutos son primordiales pues sus padres costean su pasión, siempre y cuando no descuide el colegio.

Reconoce que debe aprovechar su tiempo. “Tengo exámenes la próxima semana y si bajo mis calificaciones me matan”, dice.

Ella es una de las tantas jóvenes que se cultivan en esta rama. A su corta edad sus maestros le han advertido que sus estudios en arte no le garantizan un espacio en la televisión; no obstante, señala que  la competencia es fuerte y no tiene otra alternativa más que perfeccionarse.

Su profesor -el también guionista Carlos Gómez- recalca que la necesidad de espacio de exposición hizo que esta academia, junto a los directivos de Canal Uno, lleve a cabo una propuesta de reality.

“Les estamos ofreciendo una vitrina, de ellos depende aprovecharla o no. Ahí expondrán sus destrezas en actuación, canto y baile”, indicó en referencia al programa que estrenará en los próximos días.
En el norte de la ciudad, en la Alborada, se encuentra ‘Escuela de Famosos’,  el instituto que dirige la actriz Maribel Solines y que adoptó el nombre del reality de Ecuavisa.

Ese es el sitio donde Andrés Garzón, Mercedes Payne y Mélida Villavicencio se encargan de pulir a cerca de 50 alumnos en esta disciplina.

Niños, jóvenes y adultos leen sus guiones y dan rienda suelta a sus destrezas.

-Señora... ¿cómo va a comprar un perro tan grande?, ahora me tocará limpiar a mí sus desastres!!!....
-No seas tan atrevida, dedícate a hacer tu  trabajo!!!..., interpretan dos chicas.

“No todos lo hacen igual. Realmente son pocos los que tienen el talento y otros lo desarrollan con el tiempo, algunos asisten a clases por vencer su timidez y otros porque les apasiona”, indica  Mélida, quien además recuerda que sus inicios teatrales fueron muy duros, ya que ella también tuvo que vencer su timidez.

Villavicencio expresa que existe un plus -en el sitio donde labora- ya que las clases se desarrollan con cámaras. Este hecho genera la confianza suficiente para que los alumnos se desenvuelvan de forma satisfactoria en cualquier casting.

El productor Carlos Flores indica que esta medida se adoptó no solo como técnica educativa, sino también para promover a sus talentos en las redes sociales.

“Actualmente las agencias publicitarias y los canales de televisión pueden ver las grabaciones en el portal: http://tvacademiadefamosos.com/, creo que es la forma más simple que hemos adoptado para llegar a los medios”, recalca.

El resultado es que más de 30  talentos de esta entidad participan en comerciales y algunos trabajan como extras en  distintas producciones nacionales.

Competencia con los personajes populares de los realities...

A dos metros se encuentra Mercedes Payne, quien da clases en ambas academias. Ella manifiesta que la Ley de Comunicación del Gobierno ha apoyado al artista popular y ha fomentado el amor por nuestra cultura. Esto impulsó a erradicar la discriminación en los medios televisivos. No obstante, considera que los actores ahora tienen otros obstáculos para encontrar un espacio: “Las seudoestrellas televisivas de los programas concursos”.
“En mis inicios, por mi origen étnico, no había muchas posibilidades de estar en la TV. En esos años había que ser rubia, ojos azules y tener un apellido lindo para salir en la pantalla. Gracias a Dios eso ha pasado, pero considero que ahora compito con “personajes populares de realities”, lo digo específicamente por los exconcursantes de un programa (Combate-RTS) que me reemplazaron en El Combo Amarillo (Ecuavisa)”, dice.

Enfatiza que el problema no es el reemplazo:“el problema es que no eran actores ¿cuál fue el resultado?, no funcionaron... ¿por qué?..porque es imposible hacer comedia sin prepararse. Hacer reír es más difícil que hacer llorar y eso todos los profesionales en esta rama lo sabemos“.
Con 31 años en el teatro, 21 en televisión y un título como Licenciada en Artes de la Universidad de Guayaquil, Mercedes resalta no estar en contra de darle paso a la gente joven. Eso sí, considera que es más prudente que los directivos de los medios -a la hora de elegir su elenco- busquen profesionales preparados y no se dejen llevar por los “hashtag en Twitter” (tendencias en redes sociales) o por las notas faranduleras que los mismos generen, pues pueden dañar la calidad de un producto.

Se queda el que tiene talento...

Luis Aguirre, director de comedias de Ecuavisa y dueño de la escuela ‘Proescena’ (Cdla. Urdesa), puntualiza que el talento siempre vencerá a la popularidad.
“Una persona entrenada consigue trabajo siempre. Las razones: tiene una formación que le ayudará a desempeñar desde un papel pequeño hasta obtener uno grande. Los personajes de los programas concursos están en la cima y por eso tiene una oportunidad, si no poseen talento no se quedan”, destaca.

Las razones por las cuales justifica sus palabras son porque las exigencias de la audiencia aumentan con los años.
Con más de 4 décadas de experiencia en los medios, explica que el tiempo le ha enseñado que el proceso de un actor tiene que ser largo, lento pero seguro.

“El problema es que los que inician esta carrera quieren ser estrella  “YA” y terminan estrellados porque no se prepararon de la forma adecuada, sino tenemos el panorama claro es imposible dar pasos firmes en la profesión”, expresa.

Aguirre, quien ha trabajado en la mayoría de las producciones cómicas, analiza que el ingreso de las “seudoestrellas” a un programa pasa en todos los medios del mundo. No obstante, no todos son malos, siempre hay alguien con talento que se puede rescatar.
Finalmente, indica que el tiempo de los realities show está caducando, asegura que actualmente todos los medios de comunicación están enfocados en cocinar producciones melodramáticas, un mercado que los jóvenes deberían comenzar a explorar.“Gente que estudia, pero no tiene talento y gente que tiene talento, pero no estudia...”

Víctor Aráuz dice que hay mucha  gente que estudia teatro y no tiene talento, asimismo hay mucha gente que no estudia nada y tiene talento, es una realidad que no se puede negar.

Esta es la carrera de mayor incertidumbre. Creo que lo más indicado es formarse ya que esto  nos pone en ventaja.

Tenía un profesor que siempre me repetía  que un actor empírico con talento puede avanzar en 10 años, pero ese mismo actor con formación avanza hasta en 6 meses, es una fórmula que siempre resulta.

Si no existe el espacio hay que crearlo...

El actor y director teatral Víctor Aráuz, quien imparte cátedra de actuación a los alumnos del ITV, concuerda con Aguirre y recalca que lo que mantiene a un actor en un proyecto es el talento.
“El espacio siempre ha existido, lo que pasa es que los actores debemos de ir a buscarlo y si no existe hay que crearlo”, aconseja.

Es una fórmula que le funcionó pues en el 2008, - a dos años de graduarse de este mismo instituto-  Víctor y sus compañeros de clases, ante la falta de oportunidades, crearon un grupo teatral ‘Actantes’.
Este ha presentado con éxito varias obras teatrales que le sirvieron de vitrina a otros dos actores que consiguieron trabajo en la serie cómica de Teleamazonas ‘Vivos’.

“David Reinoso los contrató no por ser mis amigos o alumnos, sino porque los vio en acción. El grupo teatral sabe que si no trabajamos no nos pueden ver y si no nos ven nadie va a contratar y el actor vive de su trabajo”, comenta.

Luego de gozar en el 2012, del éxito mediático que le dio el protagonizar al película “Mejor no hablar de ciertas cosas”, orienta que la preparación de un actor debe ser continua, la autoevaluación es importante y la evolución también.

Aráuz, a diferencia de Payne, no considera a los talentos de realities como competencia, pues la tele tiene tendencias que pasan de moda, pero  la preparación siempre perdurará.
El actual enfoque de Aráuz es dejar un legado, sobre todo en el teatro. Aclara que la carrera no da millones, pero sí satisfacción de hacer lo que le apasiona.