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El fanático ecuatoriano siente el balompié como un cordón umbilical del que nunca podrá separarse
Manuel Ángel Loor, Cascarita, hizo su previa en los exteriores del Atahualpa
Dueño de una vida nómada, con anécdotas labradas a punta del dominio del balón, ‘Cascarita’ continúa alentando a la Tricolor. Ayer, antes del compromiso Ecuador-Bolivia, estuvo en los exteriores del estadio Olímpico Atahualpa haciendo su propia previa.
Manuel Ángel Loor Zambrano, ‘Cascarita’, es popular en el ámbito futbolero. Muchos exponentes lo aprecian y lo apoyan; ayer, por ejemplo, pudo presenciar el encuentro gracias al ‘Patrón’ Jorge Guagua, quien le obsequió una entrada para la localidad de preferencia.
De hecho, su transitar existencial se construyó alrededor del rey de los deportes, y de no haber sido por un problema de salud, está seguro de que habría incursionado en el balompié profesional.
Entre los 15 y 16 años entrenó en El Nacional, pero no continuó luego de que le detectaron un tumor en la pantorrilla izquierda. No obstante, más pudo su amor por la pelota, valiéndose de las técnicas aprendidas amplió su repertorio, se hizo experto en cascaritas y, en base a ellas, se inventó algunos trucos.
“Y solito, nadie me enseñó. Fue duro porque en esa época no había internet”, indica mientras levanta la cabeza movido por el orgullo. Cada vez que recibe aplausos y felicitaciones por hacer ‘la regla’, ‘el Popeye’ o ‘la piedra’... siente que su andar no ha sido en vano.
La regla consiste en dominar la esférica con una regla metida en la boca y el Popeye en controlarla con un lápiz. El truco que más disfruta y a la vez el más peligroso es la piedra, para lo que se vale de una roca redonda; a esta la domina con los pies y el cuello, y se torna peligrosa cuando pasa del pie a la nuca.
El show consta además de variantes, en las que utiliza frutas, huevos o pelotas pequeñas.
Su clase le ha permitido presentarse en toda Sudamérica. Estadios como el Defensores del Chaco (Paraguay), el Pascual Guerrero (Cali), el Centenario (Montevideo), el Hernando Siles (La Paz), la Bombonera (Buenos Aires)... acogieron su show y le permitieron, de paso, estrechar las manos de figuras como Carlos ‘El Pibe’ Valderrama’, Marco ‘El Diablo’ Etcheverry, René Higuita o Édison Méndez.
Mas en su trabajo no todo se resume en satisfacciones, el hecho de salir constantemente de gira le significó la separación de su esposa y no tener un sitio fijo donde llegar. Cuando está en el país va a Manta, Quevedo, El Carmen o Quito.
De su faceta hogareña quedan una hija, Mayra (28 años), y 2 nietos, Jostin (11 años) y Jared (6 años). El primero de ellos está en una escuela de fútbol de El Nacional. También le agradece a Dios por tener a su madre, Yolanda (82 años) y a su hermana Angelita, quienes son un constante respaldo.
Anécdotas
Una de las más recientes es la que experimentó el pasado 19 de junio en el estadio El Teniente de Rancagua, el día que Ecuador doblegó 2-1 a México en la Copa América. ‘Cascarita’ iba a empezar su show con la piedra, se la colocó bajo la axila, pero los carabineros chilenos no tardaron en quitársela, pues ningún aficionado puede portar objetos contundentes.
“Mi roca estuvo detenida 4 horas y únicamente me la devolvieron cuando les indiqué unos recortes de prensa donde se explica que la uso para mi espectáculo. Al enterarse de esto, todos los jugadores de la Tricolor se partieron de la risa. Nunca habían escuchado que se podía detener una piedra”, relata.
En 2011, en cambio, al retornar por Chile de la Copa América de Argentina, un delincuente le robó -del hotel- el equipaje y el celular. Desde entonces no lleva teléfono móvil.
Mario Cadena, un viejo conocido de Quito, es su asistente y tiene el mejor concepto de Manuel Ángel. “Es un gran tipo, buena persona. Amigo de jugadores y técnicos de varias generaciones”, explica, mientras, apurado, cambia la regla por un lápiz bajo pedido de ‘Cascarita’. (I)