Con sed de victoria, Chile y Argentina saldrán hoy (18:30, hora ecuatoriana) por un triunfo que para la Roja marcaría abrir con éxito el inicio de la era de Juan Antonio Pizzi y para la Albiceleste una revancha de la final de la Copa América 2015 que coronó a su rival de turno.      

Con la ‘sangre en el ojo’, el astro del FC Barcelona, Lionel Messi, saltará al campo del Estadio Nacional de Santiago a intentar dejar en el olvido el trago amargo que sufrió hace 9  meses cuando por penales los entonces dirigidos por el también argentino Jorge Sampaoli le quitaron la posibilidad de ser campeones.   

“La revancha sería para la gente o ustedes, por lo que pasó la última vez, pero nosotros necesitamos los tres puntos y vamos a salir a ganar por eso”, señaló Sergio Agüero, compañero en el ataque de la ‘Pulga’, a su llegada a Argentina.  

En frente, Alexis Sánchez y compañía buscan demostrar a su flamante entrenador, el hispano-argentino Pizzi, que son capaces de dejar atrás el bajo rendimiento que mostraron en el cierre de la era de Sampaoli para regalarle a su nuevo timonel un triunfo que encamine el rumbo en la eliminatoria, en la que marchan en quinto lugar con 7 puntos, 2 por encima de la Albiceleste.

“Es complejo, no es fácil estar en la posición del técnico, con pocos entrenamientos al frente de un plantel que tocó el cielo con su antecesor, Sampaoli”, dijo Claudio Bravo, el martes pasado.   

Tras el primer entrenamiento con el plantel completo, el capitán chileno advirtió que no esperen demasiadas sorpresas en el debut de Pizzi en el banquillo.

“No vamos a esconder la manera que tenemos de jugar, llevamos mucho tiempo sintiéndonos cómodos de esa manera y el técnico lo sabe”, comentó Bravo, quien adelantó que difícilmente habrá cambios sustanciales en el juego ofensivo que caracterizó al equipo con Sampaoli porque el tiempo no lo permite.

Más allá de tácticas, Pizzi tiene cambios obligados en la formación por varias bajas entre las que se destacan las de Arturo Vidal, volante del Bayern Múnich y pieza clave de Chile; Jorge Valdivia y Eduardo Vargas, suspendidos, y Charles Aránguiz, lesionado.                    

Messi, el inmarcable                  

Capaz de desairar a la defensa más férrea con sus piruetas y habilidad con la pelota, Messi -un jugador de otro planeta para muchos en el mundo fútbol- vuelve a Chile a reafirmar que su calidad está por encima del brillo que el Barça tiene en su funcionamiento colectivo.

Recuperado y tras perderse la anterior fecha eliminatoria, Messi vuelve a intentar poner en el camino a Rusia 2018 a una Argentina que mira con asombro su sexto lugar en la tabla de la clasificatoria rumbo a Rusia 2018, un lugar desconocido para el último finalista de la Copa del Mundo.   

“Recuperamos al mejor jugador del equipo, al capitán. ‘Leo’ siempre es un jugador clave y para el equipo representa un plus tenerlo”, dijo Pablo Zabaleta, defensa del Manchester City, la semana anterior.

En filas chilenas, la valía y el talento de Messi se reconoce, pero también se desafía. Fabián Orellana -delantero del Celta de Vigo y que convirtió el gol del primer y único triunfo de Chile ante Argentina por clasificatorias mundialistas- reconoció que Lionel es impredecible, pero adelantó que le costará hacer su juego ante una defensa férrea liderada por los experimentados Gary Medel y Gonzalo Jara.

A su vez, el horizonte del técnico de Argentina, Gerardo ‘Tata’ Martino también tiene nubarrones con importantes bajas por lesión, como las de Javier Pastore, del París Saint-Germain; Paula Dybala, del Juventus italiano; Nicolás Gaitán, de Benfica; y Enzo Pérez, del Valencia.

El DT Pizzi volverá a enfrentar a su país de origen, ahora desde el banquillo técnico. En la década del 90 el exgoleador que defendió a España le marcó un tanto a su país en un compromiso amistoso.

En su vida de entrenador, el timonel depende de sus futbolistas -en especial de un alicaído Alexis Sánchez, del Arsenal inglés, que busca recuperar el brillo que tuvo en otras temporadas- para gritar una vez más un triunfo ante la selección que lo relegó. (I)