No hay rival más duro, en Quito, y más ligado a la historia mundialista de Ecuador que Uruguay. Desde el 7  de noviembre de 2001, día en que la Tricolor logró su clasificación histórica a Corea y Japón 2002, la Celeste se ha empecinado en ser un adversario provocador, molestoso, difícil, peligroso y tenaz sobre la cancha del Olímpico Atahualpa, y la Tricolor ha necesitado más que buen fútbol, el apoyo de su público y la altura como aliados para salir airosa.

De los 4 últimos enfrentamientos en la capital entre ambas selecciones, en tres ocasiones el resultado encendió el festejo en Ecuador, pero ningún partido dejó de ser parejo, cerrado y sin una alta cuota de sufrimiento para los locales. El historial  confirma las dificultades que tuvo la ‘Tri’: dos empates (1-1 y 0-0), una derrota (1-2) y una victoria (1-0.).

Para el partido de hoy las circunstancias cambiaron: esta vez, los equipos no  definirán quién se clasifica o no al Mundial, pero como el destino se ha empeñado en que sea un evento especial, estará en juego la punta de las eliminatorias. Ambos llegan a la tercera fecha del torneo, junto a Chile, como los más temibles tras haber obtenido los 6 puntos en las dos primeras jornadas, producto de victorias sorpresivas de visitantes y cumplir como locales.

Pocos imaginaron que los ‘charrúas’ ganarían (2-0) en La Paz, tierra siempre difícil para cualquier equipo por los 3.650 metros de altura y no tanto por el dueño de casa que después del Mundial de Estados Unidos 94 ha ido involucionando constantemente. Y no muchos pensaron que los pupilos de Tabárez derrotarían a la Colombia de José Pékerman con facilidad (3-0).

Y si Uruguay asombró al continente, Ecuador al mundo: su demostración de fútbol y la victoria histórica sobre Argentina en el Monumental de River Plate alertó a las demás selecciones, que ven al equipo de Gustavo Quinteros como un contendiente que será nuevamente uno de los grandes candidatos para obtener pasaje al Mundial, ya que en casa es de los más fuertes de Sudamérica.

Sin embargo, las dos jornadas que se disputarán entre hoy y el martes próximo mostrarán si los tres equipos que lideran se mantienen o tuvieron algo de fortuna en el inicio. Ecuador no llega con todo lo mejor de su plantilla, las ausencias de Antonio y Énner Valencia y Renato Ibarra le restan calidad y potencia al ataque ‘tricolor’.

Mas, Quinteros confía en Fidel Martínez o Ángel Mena, jugadores destacados que no han logrado el nivel de los tres anteriores. Si el elegido por el DT no rinde, la presión del juego ofensivo recaerá en Miler Bolaños y Jefferson Montero, obligados a manejar el barco en un mar de piernas celestes.

Por historia, estilo y locación, se espera un Ecuador ofensivo y un Uruguay conservador. Que comience el sufrimiento. (I)