La Selección Ecuatoriana logró dos victorias importantísimas de cara a lo que será el largo camino rumbo al Campeonato Mundial de la FIFA, Rusia 2018. Argentina y Bolivia fueron víctimas de un combinado nacional que los arrolló de principio a fin y que sorprendió a más de uno a escala mundial.

Los próximos partidos que jugarán los dirigidos por el estratega Gustavo Quinteros serán en noviembre 12 y 17 ante Uruguay y Venezuela, respectivamente.  

Resulta imposible pensar que algún ecuatoriano no se sienta identificado con esta versión de la Selección Nacional. El equipo guiado por Quinteros ha sabido enfrentar un sinnúmero de adversidades y demostró ser capaz de poder revertirlas. Ante Argentina suplió la ausencia de Enner Valencia (quizá el delantero más letal que tiene nuestra selección) para luego, ante Bolivia, ganar en una cancha que no se prestaba para desarrollar el fútbol ofensivo que exige el cuerpo técnico.  

Ecuador se une al selecto grupo de selecciones que aún no recibieron goles en estas Eliminatorias Sudamericanas; las otras son Uruguay y Paraguay, quienes también se encuentran en zona de clasificación directa. Lo más destacable es que, más allá de no recibir anotaciones, la Tricolor casi no sufrió acciones ofensivas de los oponentes. En Buenos Aires, Domínguez se vio muy pocas veces exigido; mientras que en Quito, los contrataques del conjunto boliviano terminaban, por lo general, en acciones sin peligro.

Entre los puntos más destacados habría que remarcar la facilidad que tiene el equipo de Quinteros para crear acciones de gol y que Felipe Caicedo está volviendo a ser aquel delantero que en un momento se perfiló para ser de los arietes más importantes de nuestro continente.

El 9 que juega en el fútbol de España fue, probablemente, el gran nombre de este inicio eliminatorio junto a futbolistas como, Miler Bolaños, Antonio Valencia, Frickson Erazo, entre otros.  

La ilusión debe estar intacta. Ecuador demostró en estos dos primeros partidos que puede jugar bajo cualquier circunstancia y aun así prevalecer. No importó el rival y menos el clima. La Selección Nacional se perfila a su cuarta Copa del Mundo. 12 años después podemos volver a jugar un mundial en suelo europeo. (O)