Un avión de la Fuerza Aérea Boliviana trasladará a la selección de fútbol de ese país desde La Paz hasta Quito. En el camino, la aeronave hará una escala en Cobija y se abastecerá de combustible, para después, a las 13:00, aterrizar en el aeropuerto de Tababela.      

Los dirigidos por el estratega Julio César Baldivieso no tendrán descanso inmediato. La delegación dejará las maletas en el hotel Hilton Colón, almorzará y luego realizará el reconocimiento del estadio Olímpico Atahualpa. Así consta en la planificación divulgada el fin de semana pasado por la Federación Boliviana de Fútbol (FEF).        

Para el juego de mañana, Baldivieso dejó fuera a Luis Aníbal Torrico, Óscar Díaz, Erwin Saavedra y Mario Parrado, además de a Jair Torrico, expulsado en el partido del jueves ante Uruguay, en La Paz.

De los cinco nombres, el que más llama la atención es el del tarijeño Díaz, que ingresó en el segundo tiempo ante Uruguay y que al parecer iba a estar en la delegación por decisión técnica. Mientras que Saavedra, que en las prácticas fue probado como titular, también quedó apartado para la segunda jornada.

El seleccionado de Bolivia retomó el sábado pasado las prácticas con el pensamiento puesto en Ecuador, su próximo rival, tras restañar las heridas por la impactante caída 2-0 de local ante Uruguay, en el debut por el clasificatorio sudamericano al Mundial de Rusia-2018.  

Los bolivianos efectuaron ayer una práctica vespertina en el estadio Hernando Siles, luego de realizar trabajos de recuperación.     

Con la mente en frío después de la derrota ante el charrúa, el capitán y portero del equipo, Daniel Vaca, dijo estar “tranquilo, pero hay que trabajar mucho más” para el choque de mañana frente a la ‘Tri’.

Según Vaca, “Ecuador tiene jugadores de mucha jerarquía, (por lo que nosotros), para equiparar eso, tenemos que correr y meter (..) para traer un buen resultado”. El capitán de la Verde consideró que para contrarrestar la velocidad de los ecuatorianos “la comunicación y el orden van a ser fundamentales”.   

En la práctica de ayer Baldivieso “delineó el perfil táctico a ser empleado en la primera de las presentaciones fuera de casa”, anotó un comunicado de la FBF.  

Un condimento adicional de ese lance es la marcada enemistad entre Baldivieso y Quinteros. En un partido del torneo boliviano jugado en 2009, Baldivieso le gritó “pirata de...” al ahora estratega de Ecuador. Este, ni corto ni perezoso, le respondió más duro todavía: “Yo nunca fui borracho ni drogadicto”. Desde aquella ocasión, o quizás desde antes —ya en la época de entrenadores— quienes fueron compañeros como jugadores en la selección boliviana de fútbol que disputó el Mundial de Estados Unidos 1994 están fuertemente enemistados.  

El hoy DT de Bolivia siempre fue celoso por la presencia en la ‘Verde’ de jugadores nacidos en otro país, bolivianos por naturalización. (I)