La selección argentina de Lionel Messi se ubica tercera en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018 tras su ‘milagroso’ triunfo 1-0 ante Chile, pero no pudo evitar las críticas a un equipo que jugó todo el segundo tiempo agrupado en su área, quebrado, sin ideas y revoleando la pelota por el aire.

La imagen que simboliza el presente de la mejor selección del mundo para la FIFA es la del arquero Sergio Romero, regañando a un alcanzapelotas que le entregaba muy rápido el balón en tiempo de descuento. El portero no ocultaba su fastidio y con las manos le pedía que esperara e hiciera tiempo.   

“Milagroso triunfo de Argentina”, tituló Fox Sports su placa tras el pitazo final del árbitro brasileño Sandro Ricci, que cobró a los 15 del primer tiempo un dudoso penalti de Pedro Fuenzalida contra Ángel Di María que Messi convirtió para poner el 1-0 que le permitió a la Albiceleste conseguir una victoria vital pero totalmente injusta ante un rival que fue superior.    

Ricci “compró el piletazo. Di María exageró en la caída en el área, después del pase de (Javier) Mascherano, y el árbitro Ricci no dudó en cobrar penalti. ¡Gracias por equivocarte, brasileño!”, escribió el diario deportivo Olé. “Fideo entró a pura velocidad en roce con Fuenzalida y no dudó en tirarse como el mejor actor. Y el juez Ricci no dudó en cobrar penalti, comprando la simulación del zurdo. Porque la realidad es que Fuenzalida (exBoca Juniors) no cometió falta sino que anduvo forcejeando, nada más”, prosiguió el diario.

Argentina no jugó a nada. Sus cuatro ‘fantásticos’ (Messi, Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín) estuvieron desconectados y sin un nexo en el mediocampo. En el segundo tiempo entró Ever Banega por el ‘Kun’ para cumplir ese rol, pero nada cambió. Argentina encontró el gol gracias a la ayuda del árbitro y luego fue superado por un Chile ordenado pero que extrañó demasiado a su figura Arturo Vidal, suspendido, y dependió de una genialidad de Alexis Sánchez, que estuvo a punto de marcar el empate en el segundo tiempo con un tiro libre que se estrelló en el travesaño.

“¿Sabés por qué hoy perdí el optimismo? Porque lo de hoy fue demasiado pobre”, resumió el periodista y relator deportivo Sebastián Vignolo. Y agregó: “estamos hablando de niveles flojísimos. Argentina es un equipo deprimido”.

El triunfo le permitió a la Albiceleste trepar al tercer lugar con 22 puntos, 8 menos que Brasil y uno por debajo de Uruguay. Sin embargo, más allá del mal juego del equipo en el que Messi nunca pudo encontrarle la vuelta al partido, lo que más preocupa a los hinchas es la falta de autocrítica del técnico Edgardo Bauza. “Jugamos 10 puntos”, dijo el ‘Patón’ en la rueda de prensa posterior al cotejo.

“Nos faltó recuperar la pelota, que hubiese sido ideal para contraatacar, sobre todo en los últimos 15 minutos. Me gustó todo del equipo, para mí jugamos un partido brillante”, dijo Bauza. Los jugadores no hablaron ya que mantienen un ‘silenzio stampa’ desde el año pasado después que un periodista acusó a Ezequiel Lavezzi de fumar marihuana en la concentración.

Olé le respondió a Bauza en su portada: “Jugamos para tres puntos”, ironizó sobre las unidades conseguidas con la victoria y jugando con el aplazo que mereció la selección en su puntaje. “Ojo, fue 1-0 a Chile con un penalti que no existió y jugando muy mal”, sostuvo.

Para el diario Clarín, “Lo único que servía era ganar. Y Argentina ganó. Apenas ganó. Fue 1-0 por un penal de Lionel Messi que Silvio Ricci, el árbitro brasileño, sancionó por una falta que solo él vio”.

El periódico añadió que “el equipo de Bauza fue una sombra y le dio sentido a esa frase tantas veces repetida y sin un fundamento claro: ganar como sea. Ganó sin argumentos, sin juego y con la ayuda fundamental de la terna arbitral. Pero los porotos (los puntos) quedaron en casa y la selección está en el tercer puesto de la clasificación. Hoy, Argentina tiene un boleto al Mundial de Rusia 2018”, enfatizó.

La Nación dijo “que la selección tuvo una deslucida actuación que dejó pocos puntos para destacar” y agregó que “una selección sometida por un estado de emergencia que contaminó aún más su propuesta, la desdibujó hasta despreciar el juego. Ante una situación límite, el principal recurso del conjunto de Bauza fue abrazarse a la trinchera y emboscar a un rival con un sentido colectivo superior”.

Ahora, este martes Argentina jugará ante Bolivia en la altura de La Paz, con numerosas ausencias por suspensión y lesiones. Bauza deberá hacer al menos seis cambios. El defensa Nicolás Otamendi, los volantes Javier Mascherano y Lucas Biglia y el centrodelantero Gonzalo Higuaín recibieron una segunda amarilla y están suspendidos. Mientras tanto, los defensas Gabriel Mercado y Emanuel Mas salieron lesionados. Por lo pronto, Bauza ya convocó al delantero de River Plate Lucas Alario y prepara una lista con otros jugadores del ámbito local. (I)