Colombia cierra un ciclo de su historia y se abre a nuevos retos
Alguien podría decir que Colombia perdió casi medio siglo por un conflicto armado sin sentido, pero no, la dialéctica impone otros enfoques para entender por qué ha llegado el momento de la paz y de qué modo se debe evitar el nacimiento de otra guerra. La inequidad, la injusticia y la exclusión social fueron las únicas razones del enfrentamiento. Lo lamentable de todo esto ha sido que se necesitó más de medio siglo para entender que los pueblos no soportan modelos ni esquemas oligárquicos y que por eso surgen los que se resisten y se levantan en armas. Gracias a este conflicto se entendieron otras formas de convivencia para este futuro que se avecina tras el cese del fuego definitivo que se iniciará mañana. Ahora hay nuevos retos para Colombia y estos pasan primero por asegurar la paz como un escenario para garantizar derechos, reducir la pobreza, disminuir la violencia y, sobre todo, crear condiciones para un fortalecimiento pleno de la democracia. Los dirigentes de las FARC tienen otro reto histórico: luchar con las armas de la razón, el pensamiento, la verdad y el compromiso con su pueblo para hacer realidad los objetivos que no pudieron alcanzar por la vía armada. América Latina está obligada a hacer un plebiscito a favor de la paz en Colombia y sería saludable apoyar con todas nuestras energías este pacto forjado también con la sangre de millones de víctimas. (O)