Publicidad
No tiene por qué aplazarse más la aprobación del proyecto de Ley de Comunicación, trabajado y discutido como ningún otro documento en Ecuador. Son más de cuatro años y una cascada de editoriales, debates y discusiones. Algunos de ellos con mucho sentido y otros bajo la misma cantaleta.
Ahora toca aprobar y la Asamblea Nacional no tiene motivo para demorarse. No se trata de apuros o desesperaciones, solo de cumplir con los mandatos constitucional y popular. De ahí en adelante tendremos las reglas claras y las normas precisas para desarrollar los procesos comunicacionales que hacen falta en este país.
Por ello, aspiramos a que en estos días se dé paso a la votación sin más dilación, para luego, con el texto en la mano, discutir su contenido.