Publicidad
Seguramente la pregunta obliga una reflexión mucho más extensa con base en encuestas y consultas. Incluso, con algunos referentes factuales de lo que pasa por la cabeza del ciudadano medio de Ecuador. Por ejemplo, ¿su prioridad existencial es el proceso electoral y los cálculos, alianzas, pactos y acuerdos para los comicios de febrero de 2013? A priori se podría responder automáticamente que no.
Pero los que deben pensar en la gente son los candidatos que ya están en plena faena proselitista. Y según lo que dicen en entrevistas y actos públicos no hay una respuesta a la gente sino una pura y recurrente discursividad opositora al Gobierno. Incluso, uno de los candidatos, el que se precia de la más “ecuánime” postura, cuando se “arrebata” pierde el control y vuelve con el discurso homogéneo de la oposición.
Hay otro postulante presidencial que en vez de ganar candidatos los pierde porque les exige sumas elevadas de aporte para la campaña, sin importarle si su aspirante responde a los intereses populares o solo es una figura para “acarrear” votos en los sectores “marginales”, donde supone que solo hay interés por la banalidad y la farándula.
La gente, como lo comprueba la sociedad, está muy preocupada de asumir los retos existenciales que la nueva época demanda en el campo de la educación, salud, bienestar, calidad de vida. Y para ello hace planes, consigue préstamos, planifica con su familia proyectos de otro desarrollo. Todo eso a partir de políticas públicas que le garantizan esas posibilidades. En eso se halla la gente, sin descontar las preocupaciones obvias por su seguridad personal y ciudadana, la calidad de los servicios municipales, como también asuntos como el desempleo.
Por ahora, en ya tiempos electorales, parecería que la realidad, según algunos medios, solo gira sobre el eje de los candidatos opositores, que no atinan a definir un programa y una propuesta movilizadora a la ya vigente, que puede ser polémica, pero es más certera y basada en hechos comprobados.