Ocultar la realidad que vive Venezuela es imposible; para el ministro venezolano de Comunicación, Jorge Rodríguez, no pasa nada en su país y son Ecuador y su Presidente de la República los que mienten sobre la peor diáspora de América Latina en toda su historia, protagonizada por ciudadanos de esa nación que huyen de la peor crisis política y humanitaria.

La grosera intervención de Rodríguez derivó en la única respuesta posible a semejante prepotencia: la expulsión de la embajadora en nuestro país. Más allá de las reacciones, tanto en Caracas como en Quito, es importante destacar qué piensan los venezolanos que eligieron a Ecuador para quedarse.

La torpe intervención de Rodríguez para negar una realidad fue respondida por la Fundación de Venezolanos en el Exterior. El vocero de esa entidad agradece “en nombre de los más de 300.000 venezolanos que residen en el país”. La decisión tomada hace respetar no solo al Presidente de la República, sino a todos los migrantes que viven en Ecuador.

Hace pocos días el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados también destacó el trabajo de las autoridades nacionales para asistir a los migrantes, especialmente venezolanos, que se han quedado en nuestro país.

Eduardo Febrescordero, miembro de la Fundación de Venezolanos, asegura que hay ocho organizaciones sociales constituidas jurídicamente y que la expulsión de la embajadora es acertada porque Ecuador hace respetar su soberanía. La diplomática y los funcionarios han obstaculizado a los migrantes, han tapado a funcionarios deshonestos, hay venezolanos que llevan dos años esperando su pasaporte, anota.

El flujo migratorio -según dijo a Telediario- ha bajado desde agosto, pero asegura que viven más de 300.000 y que por nuestro territorio han transitado más de un millón. Como señaló el secretario nacional de Comunicación, Andrés Michelena, en la reunión anual de la SIP en Salta, Argentina: “La burocracia de Venezuela, en lugar de agradecer al solidario pueblo ecuatoriano por cuidarlos, nos tildaron de mentirosos”. (O)