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La primera señal de que el sismo del 16 de abril era de intensa magnitud fue la caída del paso a desnivel en la ciudad de Guayaquil. Y hasta ahora no hay una explicación clara y transparente para identificar responsabilidades concretas. Ahí murieron dos personas y hay otra que está muy grave en un hospital. Pudieron ser más si la desgracia hubiese ocurrido a una hora donde la congestión es más intensa. Un diario privado guayaquileño, el último 9 de abril, ya advirtió del problema. EL TELÉGRAFO lo había señalado en varias publicaciones. Y sobre la advertencia de los dos medios las autoridades locales solo respondieron con evasivas y un tono de disculpa por no ocuparse del mantenimiento de varios puentes, entre ellos el que se vino abajo el 16 de abril. Entonces, por un absoluto sentido de responsabilidad pública, no solo hay que abrir una investigación administrativa, sino también señalar a los involucrados en la tarea de regular, controlar e inspeccionar las obras y los servicios públicos. Si el impacto del sismo no fue tan fuerte en Guayaquil, ¿por qué se cayó ese puente? (O)