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La transparencia constituye una virtud en los seres humanos, pero en el quehacer político es una condición indispensable. Cuando existe, no hay lugar para las sospechas. Y resulta más importante en el ámbito económico. Los dos últimos años fueron difíciles para el país: un contexto internacional adverso y un terremoto. La recuperación ha iniciado, pero aún falta.
La decisión del Gobierno de transparentar las cuentas fiscales ayudará a que la población comprenda la coyuntura económica y los planes que se implementen. Además, los periodistas podrán realizar todas las investigaciones que deseen y los académicos escribir los análisis que crean convenientes porque tendrán la información al alcance de la mano.
Reactivar la producción y disminuir el desempleo y subempleo forman parte de las preocupaciones de los ecuatorianos. Por eso es necesario que el Ejecutivo concentre sus esfuerzos en estos temas. (O)