Los antecedentes políticos no dicen mucho. Los de su prestigio como multimillonario abundan, pero también hay algunos datos biográficos que preocupan. Su incursión en la política es reciente, cuando en 2009 se afilia al Partido Colorado. Y ya en noviembre de 2010 funda el movimiento Honor Colorado junto a otros militantes. Entonces, en marzo de 2011, en las elecciones primarias para presidente del partido, las gana, tras lo cual logra sumar a su candidatura al Movimiento Progresista Colorado, liderado por Nicanor Duarte Frutos, ex presidente de Paraguay.

El 9 de diciembre de 2012 sale victorioso en las elecciones primarias internas del partido, en las que venció al candidato del movimiento Frente para la Victoria, Javier Zacarías Irún. Así se  convierte  en el candidato oficial de la Asociación Nacional Republicana para el cargo de Presidente de la República en las elecciones generales de 2013.

En esta corta carrera política ha sido blanco de una serie de acusaciones por el manejo arbitrario de algunas actividades partidistas y también inculpaciones o señalamientos de vinculaciones con el narcotráfico y el lavado de activos.

En general, los análisis preliminares señalan un futuro incierto para Paraguay con un mandatario que no muestra las mejores cartas y solo cuenta con una buena chequera. De hecho, el retorno del Partido Colorado al poder no es una garantía de un avance o profundización en la democracia de este país, que todavía no ha logrado procesar la salida de Fernando Lugo y el golpe “congresil” del actual gobernante.

Por lo pronto, hay que esperar -sin ninguna esperanza- que los sectores pobres de Paraguay sean los más beneficiados de un programa de gobierno que no solo  dice poco sobre cómo hacerlo, sino que, además, profundiza esa visión ultraneoliberal para afrontar las tareas públicas.