Un mayor control no reduce la imprudencia de los “acelerados”
29 de diciembre de 2012 - 00:00La congestión vehicular a veces contribuye a reducir los riesgos de accidentes. Pero siempre hay personas que se “aceleran” para llegar lo más pronto posible a su lugar de destino.
Por más que las leyes sean duras y severas, hay personas que no entienden ni asumen que sus vidas -y la de los demás- penden de un hilo en la carretera si la velocidad supera la prudencia y los límites establecidos para asegurar el derecho de los demás a transitar seguros.
La fiesta de estos días es para disfrutar momentos de encuentro y no de locura. Hay armonía en la misma medida que protegemos la vida de todos y precautelamos la propia sin exponerla al vértigo de situaciones peligrosas. El largo feriado que empieza hoy no solo representa descanso, ya que quienes se proponen viajar y pasear están sometidos a un gran estrés. Quienes se quedan en casa, en cambio, gozan de una manera más sosegada. De esa manera consiguen reponer energías y, sobre todo, compartir con sus seres queridos con más tranquilidad.
En estas celebraciones se produce mayor cantidad de comida en casas y restaurantes. Igualmente el flujo vehicular se concentra en las ciudades y zonas turísticas por excelencia. De ahí que los controles para evitar intoxicaciones masivas -como la de la Navidad en Azuay-, así como posibles accidentes de tránsito, deben ser mucho más rigurosos, pero la ciudadanía también debe involucrarse y colaborar.
No se trata de darle rienda al desenfreno, y mucho menos al consumo exagerado de alcohol. Estos días deben servir para recuperar fuerzas y disipar el estrés laboral. Nuestro país está lleno de lugares y rincones para divertirse y relajarse. Conocerlos o visitarlos de nuevo afirma la identidad nacional y propone un sano entretenimiento.
Aprovechemos la generosidad que nos brinda la naturaleza y con ella hagamos de estos días un aprendizaje de nuestro entorno para conocer mejor lo que debemos cuidar, mantener y modificar si hace falta, para que a través de la armonía obtengamos mayor sabiduría.