El informe final, para votación, del proyecto de Ley de Comunicación trae una inclusión novedosa, que aparentemente no fue motivo de discusión en los ya largos dos años que tiene este documento. Y aunque no lo fue es una duda permanente de los lectores: ¿cuánto imprimen en realidad los diarios y revistas del Ecuador? Es como el gran secreto de todos los tiempos y a la vez el manejo más extraño y oscuro para lectores, publicistas, anunciantes, distribuidores, autoridades y empresas de comunicación en general.

Claro que la inclusión de esa obligación genera una serie de interrogantes y algunas oportunidades. Por ejemplo: de aprobarse y aplicarse, los anunciantes sabrían exactamente cuánto imprimen aquellos diarios que se autocalifican de nacionales y de gran venta para, efectivamente, poner ahí la publicidad. Del mismo modo, las entidades estatales sabrían si, cuando distribuyen publicidad, insertos, suplementos y demás impresos que salen con los diarios, en realidad distribuyen ese número de ejemplares.

La verdad es que, de un tiempo a esta parte, algunas empresas de comunicación han construido un discurso sobre la base de información incierta: se dicen las “más grandes”, las “más influyentes”, etc., pero en la práctica parece que eso no se sostiene en estadísticas ni datos reales.

Si hay un “sinceramiento” colectivo (para beneficio de audiencias, auspiciantes, autoridades y periodistas) lo mejor es mostrar cuánto es lo que  imprimen los periódicos y revistas. De hecho, es un secreto a voces que, en el mundo, la caída de la venta de ejemplares de periódicos es una tendencia cada día más fuerte, al punto que algunos ya piensan evitar la impresión y quedarse con la publicación en Internet.

Y, además, sabremos cómo afrontar este reto, incluidos los medios públicos y comunitarios, que han sido también, entre otras, la razón de la pérdida de lectores  de la prensa privada.