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El invierno es cruento. Las once regiones de Perú más afectadas padecen graves problemas porque las lluvias no paran y sus efectos son terribles, sobre todo para la gente pobre de esas zonas. De acuerdo al Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), organismo coordinador de acciones y emisor de información oficial, suman 75 los muertos en ese país desde el inicio de las lluvias.
Esa cifra va en aumento, pues existen 20 desaparecidos, 263 heridos y 99.475 damnificados. Con todos esos datos, efectivamente hay un grave problema en este momento y quizá más adelante se agudicen por los efectos que dejan las inundaciones, con las secuelas de mosquitos, enfermedades y los terrenos agrícolas devastados. La recuperación no será pronta ni fácil, pero no imposible, con la unión de voluntades, trabajo conjunto y solidaridad.
Ecuador ha sido de los primeros países en hacerse presente. Asimismo, Perú fue de los primeros en ayudarnos en el terremoto de abril pasado. Ese es el espíritu generoso de pueblos hermanos y orígenes comunes. No escatimaremos esfuerzos para contribuir a que Perú supere el mal momento que atraviesa. (O)