El Telégrafo
Ecuador / Domingo, 24 de Agosto de 2025

Toda la solidaridad con Filipinas

Lo ocurrido con esa nación asiática es imposible de describir y de asimilar desde estas tierras americanas. En pocas horas la destrucción inimaginable ha segado la vida de más de diez mil personas y la destrucción material es incalculable.

A eso se suma la revelación de la inmensa pobreza de un país cautivador por su turismo, pero con  secuelas de la injusticia y la desigualdad sociales. Por eso hace falta una gran solidaridad para paliar aquello, aunque sea en parte.

A diferencia de otras naciones que tienen las condiciones para una pronta recuperación, allí no es posible hacerlo en corto tiempo, tal como pasa en Haití. A pesar de que las imágenes advierten que la reconstrucción será mucho más costosa, ojalá sea la oportunidad para superar la pobreza crónica.