Lo que ocurrió al mediodía del jueves durante el horario de visitas en la penitenciaría de Guayaquil es mucho más grave de lo que se piensa y de lo que se critica a través de las redes sociales.

Se trata de la muerte de seis personas privadas de la libertad, que tienen familias y que murieron en enfrentamientos entre facciones criminales que se han apoderado de las cárceles y que ahora reaccionan frente al estado de excepción decretado por las autoridades y que se manifiesta en el severo control efectuado en los últimos días. También existe una realidad: el hacinamiento.

Según explicó la ministra del Interior, María Paula Romo, el hacinamiento en el sistema general de cárceles es del 40% y en algunos centros penitenciarios supera el 200%.

Con esta estadística, todo análisis debería ser más riguroso. Lo que ocurre en las cárceles es una acumulación de errores cometidos en el pasado y que se deben resolver en el presente. “Es una crisis que se ha cocinado durante muchos años por el hacinamiento y porque en un tiempo determinado se crearon cuerpos especiales de seguridad aislados”, manifestó la funcionaria.

Y explica que en la actualidad existe un cuerpo de guías penitenciarios -con unas 1.500 personas- que no tiene relación directa con la Policía ni con las Fuerzas Armadas. Con el estado de excepción la realidad carcelaria no se mejora ni cambia de un día para otro.

Para la ministra, lo que se vive en las cárceles no es responsabilidad directa del Ministerio del Interior ni de la Policía. Es una crisis del Estado y todos debemos asumir las diversas tareas en el marco de la emergencia, explicó.

La investigación de los hechos corresponde a la Fiscalía General del Estado, que informó sobre el apresamiento ayer de cuatro sospechosos de haber participado en los enfrentamientos entre personas privadas de la libertad.

El mismo día de la muerte de las personas la Corte Constitucional declaró la pertinencia de la emergencia, lo cual permitirá a las autoridades adoptar mecanismos que estaban a la espera de ese pronunciamiento. (O)