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Es muy común cuando un joven acude a una empresa, sea pública o privada, que el gerente de Recursos Humanos indague durante la entrevista de trabajo por la experiencia laboral. En la mayoría de los casos el joven no la tiene y no cumple con el requisito, precisamente porque nadie le ha dado la oportunidad de probar su capacidad. Es también la primera decepción después de tantos años de estudio, de acumular títulos y tocar las puertas para intentar un primer empleo. Algunos jóvenes logran asimilar el rechazo y se convierten en emprendedores, pese a que en la mayoría de los casos comienzan desde cero, es decir, con muy poco capital.
El Gobierno Nacional anunció el miércoles un plan que busca motivar a las empresas para que contraten a jóvenes. El plan tiene tres ejes de acción: Mi primer empleo, Empleo juvenil y Nuevas oportunidades. Todos están dirigidos a la población que accede por primera vez a un trabajo. El ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, explicó que hay un universo de más de 300.000 desempleados, de los cuales los jóvenes superan los 188.000. “Tenemos la responsabilidad, como Gobierno nacional, de dar respuesta a esta realidad difícil que pasan nuestros jóvenes”, manifestó el funcionario. En el anuncio de este plan participaron también la vicepresidenta (e), Alejandra Vicuña, y el secretario de la Juventud, Elías Tenorio.
El plan surgió de un documento en el cual se recogen los aportes de los sectores gremiales, empresariales y de jóvenes emprendedores que dialogaron en torno a una meta común: estimular el aparato productivo. Además de promover las oportunidades laborales, otro objetivo de la iniciativa es reducir los índices de desempleo y de subempleo y la informalidad laboral.
El Ministerio de Trabajo propuso siete modalidades contractuales que permitirán regularizar los sectores: turístico, agrícola, acuícola, floricultor, ganadero, construcción y artístico. Mediante el Contrato juvenil se insertarán en el mercado laboral 60.000 jóvenes, de entre 18 y 26 años, hasta 2021. (O)