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En un hecho atípico para la sociedad ecuatoriana, el Gobierno Nacional efectuó ayer el primer gabinete ampliado público para evaluar los resultados del Plan del Buen Vivir 2007-2011.
A través de la televisión, emisoras radiales y plataformas web globales se pudo conocer cómo funcionan estas reuniones de trabajo entre el Presidente de la República y sus ministros, eventos que, usualmente, tienen carácter privado por la sensibilidad de los temas que se tratan, y que en este caso sirvieron para anunciar metas alcanzadas y cómo corregir los puntos en los que el avance no fue el esperado.
El Jefe de Estado desmintió a los sectores de oposición que afirmaban -más llevados por impulsos que por cifras- que los avances del régimen se han sostenido gracias a los altos precios del petróleo en el último quinquenio.
Lo cierto es que este ingreso representa apenas el 18% del Presupuesto General del Estado, lo que significa que otros sectores productivos son ahora el pilar del desarrollo nacional.
Fander Falconí, secretario nacional de Planificación y Desarrollo, moderó el evento y, antes de la primera hora de transmisión, se anunció otra cifra contundente: los más pobres del país han aumentado en los últimos 4 años sus ingresos en un 56%, cifra alentadora, que en un gobierno autocrítico no basta. “Señores ministros, logramos reducir la brecha entre ricos y pobres en más de quince puntos; eso es importante, pero aún nuestras cifras son una vergüenza. Tenemos que empeñarnos en avanzar en este tema”, sentenció el Primer Mandatario.
Otro dato reconfortante fue conocer que el ingreso promedio de una familia permite cubrir el 85% de la canasta básica. El gobernante los comprometió a que ese porcentaje suba al finalizar el año.
En conclusión, Ecuador está en la vía correcta, gracias a la planificación y a la concreción de metas. Ahora arranca otro período del Plan del Buen Vivir, con nuevos objetivos y retos. La ciudadanía respalda cada una de las acciones.