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La capital de los ecuatorianos cumple hoy 480 años de su fundación española, tras una masacre a una buena parte de la población indígena. Empero, ese hecho luctuoso no puede tapar todo lo que Quito ha significado para la historia de nuestro país, el modo en que ha forjado unos valores y ha construido una tradición política y democrática. Ahora, incluso, es una de las 14 candidatas para ser considerada una de las siete maravillas del mundo. Y le sobran motivos y razones para serlo. Una de ellas es su generosidad y hospitalidad.
Además, contiene a una población migrante de dentro y fuera del país que le da esa diversidad en el habla, la cultura y hasta gastronomía. Aunque también afronta problemas, como el transporte y la polución, a los que sus autoridades deben dar la prioridad que merecen por encima de cálculos políticos. Por lo mismo, al festejar otro aniversario de su fundación, vale la pena también invocar la unión de los capitalinos para sostener su belleza, tradición y resolver sus necesidades más urgentes.