Hasta antes de que la tecnología se convirtiera en el principal aliado de los periódicos impresos, el trabajo era mecánico, las páginas se armaban mediante la linotipia, que consistía en componer textos en una máquina mediante la cual se justificaban o se alineaban los caracteres y los espacios. El metal que se usaba en la escritura era el plomo y también la madera; en tanto que la fotografía era una suma de puntos y tonalidades borrosas que derivaban en imágenes poco claras, pero que eran el principal referente gráfico, además de las ilustraciones.

En la actualidad nada se parece a lo que diseñó el alemán Gutenberg (1398-1468), que logró revolucionar la escritura, la forma de narrar la historia y documentarla. La prensa se convirtió en la principal herramienta de comunicación que con el paso del tiempo evolucionó en la rapidez y en la claridad para emitir los mensajes. El hito más importante apareció a mediados del siglo anterior con el desarrollo de los primeros computadores, lo cual facilitó el trabajo de los periodistas, aunque también lo complicó porque cuando falla la tecnología el trabajo es más tedioso.

Tal como ha ocurrido durante los días anteriores con EL TELÉGRAFO, el diario más antiguo del país, fundado en 1884, que ha sufrido algunos problemas tecnológicos que han influido para que las ediciones se atrasen y demoren en llegar a los hogares y a los quioscos de venta de periódicos y revistas. Una falla tecnológica repercute directamente en el proceso de elaboración del medio impreso y en toda la cadena de producción que comienza en la redacción de las noticias, sigue en el diseño, la imprenta y finalmente en la venta en la calle o mediante suscripciones. Lamentamos que esté ocurriendo, pero en ningún caso deslindamos nuestra responsabilidad; esta situación no es un pretexto y estamos trabajando para que el producto llegue a tiempo a los lectores. Ofrecemos disculpas y esperamos que en los próximos días y horas podamos normalizar la producción del primer diario público del Ecuador.