La declaración de alerta naranja, motivada por el aguaje que se produce mensualmente en el perfil costero del país, ha movilizado a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos para enfrentar el peligro potencial al que podría estar expuesta la población durante el puente vacacional, que es el caso que hoy nos ocupa, y que tanta tinta derraman en sus páginas los medios privados de comunicación para criticar las acciones emprendidas.

Y nuevamente “palo porque bogas, palo porque no bogas”: ¿Alguien habrá  pensado en lo que podría pasar si las alertas no funcionaran oportunamente? Seguramente no, o tal vez sí; pero la campaña de desprestigio a cualquier iniciativa del Gobierno los mantiene en guardia, como los escorpiones cuando se encuentran cercados: el aguijón por todo lo alto y prestos a enterrar su ponzoña -salvando las distancias genéticas con los animales- en la conciencia ciudadana.

Así que precautelar o no la seguridad de los ecuatorianos frente a cualquier peligro es el dilema que debe resolver una institución responsable, estatal o benéfica.

El monitoreo, prevención y control de las probables amenazas es un deber cívico que involucra a los miembros del Cuerpo de Bomberos, a la Cruz Roja, a las casas de salud, a los proveedores de servicios públicos y a los medios de comunicación. De manera que su preparación y capacidad de reacción ostentan la virtud de desvanecer cualquier condición y factor de riesgo.

Hasta el momento se ha logrado evacuar y tranquilizar a la población de la isla de Jambelí, que soporta severos daños debido al embate del oleaje, incluso en temporadas en las que no suele ser tan fuerte. Las embarcaciones de la Marina Nacional, por el momento, se encuentran patrullando el perfil costero y el archipiélago de Galápagos. En forma complementaria y articulada a las líneas matrices para estos casos de emergencia, todas las raciones alimenticias para grupos vulnerables se encuentran listas en los albergues y es bueno saber que, aun cuando pequeños grupos lo desestimen, las prevenciones sí funcionan y evitan desgracias.